Def Leppard y Mötley Crüe, una demostración de rock de estadio de grandes ligas, se vivió en Ciudad de México

Héctor Castro Aranda,texto, fotografías, Samshipiromedia, Ryan Sebastyan | El rock de estadio, también conocido como arena rock, se caracterizó por tener un sonido épico y grandilocuente, diseñado para llenar grandes recintos como estadios y arenas. Esta música suele incorporar elementos de otros géneros como el rock clásico, el hard rock y el heavy metal, y se caracteriza por su uso de guitarras poderosas, baterías estruendosas y voces llenas de emoción. Además de su sonido, el rock de estadio se asocia con una imagen grandiosa y espectacular, que a menudo incluye pirotecnia, efectos visuales y vestuario llamativo. Actualmente son pocas las agrupaciones que llevan el espíritu de rock de estadio, como Guns N´Roses, Bon Jovi, Bruce Springsteen, Billy Joel y ahora se suman Mötley Crüe y Def Leppard, que en sus años de gloria fueron parte del movimiento de rock de estadio ademas de ser líderes en el glam metal. Si bien Def Leppard continua trabajando y Mötley Crüe, no hace mucho tiempo seguían activos antes de su separación en 2015, ya por si solos, se limitaban a tener presentaciones en anfiteatros y festivales y no es hasta el denominado The Stadium Tour, que se presentó ante la sociedad a finales de 2019, pero la pandemia truncó los planes de la emocionante gira, esta vio la luz hasta 2022 en los estadios más importantes de Estados Unidos y Canadá, donde se sumó Poison, Joan Jett y The Classes Act.

Los rumores apuntaban a que la gira llegaría a México y América Latina en 2023, pero solamente la dupla Mötley – Leppard fue confirmada. Quedó un poco de mal sabor de boca por no ver la integración de Poison por lo menos, pero de igual manera continuó la felicidad por ver a estas icónicas agrupaciones.

El 18 de febrero fue la primera fecha de estos monstruos sagrados del rock en el Foro Sol de Ciudad de México, y ya lucía con una gran carga de espectadores, cerca de 40 mil personas que apreciaron y apoyaron a los locales de Agora con sus impresionantes dotes dentro del metal progresivo. Como buenos británicos, en punto de las ocho de la noche, salió a escena Def Leppard con el sencillo de su reciente producción, “Take What You Want”, un tema bastante fuerte, actual y perfecto para iniciar la noche. Con un perfecto audio, uno de los mejores que se han podido disfrutar en el Foro Sol, fue un deleite sonoro de inicio a fin. Con la combinación de un trabajo arduo de más de 45 años de vigencia, disciplina y profesionalismo, Def Leppard es una agrupación preparada y con la fuerza para solventar la energía de las cerca de 70 mil personas que apreciaban su presentación.

“Let’s Get Rocked”, “Animal”, “Foolin”, “Armageddon”, “Love Bites”, “Rocket”, “Hysteria”, “Pour Some Sugar On Me”, “Rock of Ages” y “Photograph”: una lluvia de éxitos en un recital de una hora y media de duración. Joe Elliott, a sus 63 años, con una impresionante voz y el resto de sus compañeros siguiéndole la misma energía, dieron como resultado, parecía  que era una grabación de disco, por la fidelidad. La producción sobre el escenario, elegante y espectacular, la misma de The World Tour, pantallas, luces, toda la hazaña audiovisual fue traída íntegra a México.

Tras una pausa de cuarenta minutos y con un sonido nada favorable, hasta un grado ininteligible, salió a escena Mötley Crüe con “Wild Side”. En esta ocasión no hubo fuegos artificiales como en sus giras pasadas. “Shout at The Devil” y el sonido comenzó a mejorar un tanto. Vince Neil, notablemente en mejor forma que cuando comenzó la gira en 2022 y con una voz mejor cuidada, dio todo lo que podía de sí mismo y cumplió con el objetivo de dar una presentación aceptable. Tommy Lee, su baterista y una de las figuras de la agrupación de Los Ángeles, California, es todo un atleta de alto rendimiento que, muy seguramente, constantemente se encuentra ensayando. Nikki Sixx, fundador y bajista, es la parte esencial del conjunto, la pieza clave para que todo en el engranaje funcione perfectamente, paseándose de lado a lado del gran escenario. Por último, pero no menos importante, está la nueva figura del ensamblado, John 5, guitarrista técnico y a profundidad que resalta en todos los trabajos que ha realizado, como en su participación con Marilyn Manson y Rob Zombie.

John 5, no vino a cumplir un trabajo de músico de sesión como Frank Ferrer en Guns N´Roses, que no aporta nada, en este caso, 5, se le permitió una libertad creativa, puso su sello pero sin retirarse del sonido característico de Mötley Crüe, el público lo acepto y celebró. John 5, disfruta y vive el momento y como todo un profesional sabía lo que hacía, sabe dominar masas y le entregó un nuevo aire a los angelinos y  a su carrera de más de 35 años. “Saints of Los Angeles”,” Looks That Kill”,”The Dirt”, “Home Sweet Home”, “Dr. Feelgod”, “Girls, Girls, Girls”, “Primal Scream”,  “Kickstart My Heart”, alguno de los éxitos entonados. Un detalle que se sintió bastante fue que no hubo un solo de Tommy o alguna destreza de batería como en sus producciones anteriores y no que nos tenían acostumbrados. Pero sin duda, se tuvo la oportunidad de disfrutar correctamente del rock de estadio.