Héctor Castro Aranda, texto y fotografías | Antonio Sánchez es uno de los músicos de jazz más influyentes e innovadores de su generación. Nacido en Ciudad de México en 1971, Sánchez comenzó a tocar la batería a una edad temprana y se mudó a Boston para estudiar en la Berklee College of Music en 1993. Desde entonces, ha construido una carrera impresionante como líder y colaborador, tocando con algunos de los músicos más destacados del jazz contemporáneo.
Sánchez ha grabado una serie de discos como líder, incluyendo «Migration», «New Life», «Three Times Three» y «Bad Hombre». En 2014, su banda sonora para la película «Birdman» de Alejandro González Iñárritu recibió una nominación al Premio de la Academia. La música de Sánchez es conocida por su complejidad y su estilo innovador, a menudo incorporando elementos electrónicos y otras influencias no tradicionales en el jazz.
Además de su carrera en solitario, Sánchez ha colaborado con una impresionante lista de músicos, incluyendo Pat Metheny, Chick Corea, Danilo Pérez, Gary Burton, John Patitucci, Miguel Zenón y David Sánchez, entre muchos otros. También ha tocado en algunos de los festivales de jazz más importantes del mundo, incluyendo el Festival de Jazz de Montreux, el Festival de Jazz de Newport y el Festival de Jazz de Monterey.
Sánchez acumula más de cuatro premios Grammy en su haber. Como el baterista por más de 20 años de Pat Metheny Group se llevó “Mejor disco de jazz contemporáneo” en 2002 y 2005; y con Pat Metheny Band “Mejor Álbum Jazz Instrumental” en 2012. En 2016 por a la Mejor Banda Sonora para Medios Visuales es un honor otorgado a un compositor por una partitura original creada para una película por Birdman.
La música de Antonio Sánchez ha sido una fuente de inspiración y admiración para muchos músicos y aficionados al jazz en todo el mundo. Su habilidad técnica y su enfoque innovador han ayudado a redefinir el género y han llevado el jazz a nuevas audiencias. Como líder y colaborador, Sánchez ha dejado una marca indeleble en el mundo del jazz y su legado continúa inspirando a la próxima generación de músicos. Antonio Sánchez, regresa a Guadalajara para ofrecer un concierto en el C3 Stage el 29 de abril, como parte de las actividades del festival In Edit Mx, evento especializado a exponer documentales y filmes alrededor de la música. Sánchez charló con Revista101.com
—En el 2015 presentó, The Meridian Suite, un disco bastante complicado
—Es un disco que se dividió en cinco partes y dura 56 minutos, mientras que este disco cuando se toca en vivo tiene una duración de una hora con veinte minutos y consiste en una sola toma. Consideró que ha sido mi material más ambicioso que hecho en términos de concepto, composición y ejecución, ya que tocar un tema durante una hora y veinte minutos de corrido es bastante complicado. Al principio tenía un poco de miedo de cómo sería recibido por el público, ya que generalmente están acostumbrados a escuchar piezas separadas, pero al final lo recibieron muy bien.
—¿Qué opinión tiene acerca de la industria del jazz actualmente?
—La industria del jazz siempre ha sido muy marginal en comparación con otros tipos de música, y siempre ha sufrido mucho en épocas de cambios económicos. El jazz se ha vuelto una música muy elitista, en gran parte debido a los medios de comunicación y a los propios músicos. Los medios no difunden suficientemente el género, y los músicos tienden a hacer música muy compleja, dejando al público atrás. Es importante que los músicos y los medios trabajen juntos para hacer que el jazz sea más accesible. Si observamos la historia del jazz, en su origen era música popular, música para bailar. No se trata de hacer música bailable, sino de hacerla más fácil de digerir, con ingenio y presentarla como un espectáculo más que como un hueso. Es fundamental tener en cuenta que la gente se toma la molestia de salir de casa, contratar a una niñera, pagar cierta cantidad de gasolina, comprar un boleto para ir a verte y, por ende, tienen derecho a tener un buen espectáculo. Creo que los músicos de jazz muchas veces dejan ese show de lado porque piensan que el hecho de ser buenos músicos es lo único que necesitan, y no es así. Debemos competir con otros géneros, y no me refiero a tener luces y pantallas, ya que eso no va con el jazz, sino a presentar la música de una manera accesible y con impacto.
—¿Y México en la industria del jazz?
—México no tiene una tradición jazzística muy amplia en comparación con otros países, como Europa, donde, aunque hay estragos económicos, hay apoyo porque es parte de la cultura. En Italia, por ejemplo, cualquier pueblito tiene un club de jazz o un festival de jazz. En México aún no se cuenta con esa infraestructura, pero se ha avanzado mucho en los últimos años.
—¿El vinilo para Antonio Sánchez?
—Me gusta definitivamente, de hecho varios de mis producciones de catálogo están prensadas en este formato como; Birdman , Three Times Three o The Meridian Suite.
¿Birdman te dio más proyección? ¿Te permitió llevar el jazz a otro nivel?
—Sí, definitivamente. Es lo que buscamos los músicos de jazz, tener más impacto y estar en la sombra de la fama. El hecho de haber participado en Birdman me ayudó a que mi nombre estuviera en todas partes, lo cual es raro para un jazzista. Además, coincidió en un buen momento en el que salió la composición de mis discos, lo cual me ayudó mucho a tener más trabajo.
—¿Que nos puede decir acerca de los bateristas de rock?
—Un grupo se rige por su baterista. El baterista es la base de la ejecución del grupo. Puedes tener elementos muy buenos, pero si la batería no está al nivel, no será un buen grupo. Actualmente, el papel del baterista ha sido degradado, y extraño grupos como The Police o Rush, en los que sabías quién era el baterista. En la actualidad, ya no lo sabes.»