Héctor Castro Aranda | Billie Eilish, es una estrella poco común, que se sale de los parámetros establecidos y esa es una de las principales razones por las cual es una astro pop global. En un par de semanas será la estelar solista más joven de Glastonbury. Eilish, ahora de 21 años, ha recaudado siete importantes premios Grammy y un Oscar. Estrenó este año en los cines un recital que tuvo en 2022 en Londres en 02 Arena con localidades agotadas.
Billie Eilish, creó toda una revolución desde que salió, se volvió la sensación y en cuanto esta popularidad iba en ascenso en 2019, se anunció la gira de Eilish para México, When We All Fall Asleep Tour, llegaría en mayo de 2020 a Guadalajara, pero la pandemia frustró los planes y no fue hasta tres años más tarde, con nuevo disco y una nueva gira, Happier Than Ever, que Eilish pagó la deuda con Guadalajara el 2 de abril en La Arena VFG.
Desde tempranas horas, largas filas adornaban la Arena VFG bajo un intenso calor y los fuertes rayos del sol. Las puertas no se abrirían hasta que terminara la prueba de sonido de Omar Apollo, quien fue el artista invitado para el espectáculo de apertura de Eilish en Ciudad de México y Guadalajara. A las cinco de la tarde, las filas eran aún más largas y los vehículos intentaban encontrar un buen lugar en la jungla de concreto y una carretera colapsada hacia Chapala, comenzando así la odisea. Los primeros en entrar corrieron a buscar su souvenir, que costaba alrededor de 800 pesos. Toda la mercancía de Billie Eilish se agotó rápidamente.
Con el sol perdiendo la batalla, Omar Apollo, el cantautor de origen mexicano nacido en Indiana, salió a escena. Aunque sea un genio musical y su trabajo sea una verdadera obra maestra, para los tumultos que ya estaban esperando a la originaria de Los Ángeles desde sus respectivos lugares, pasó sin paz ni gloria, y el público se mostró indiferente.
Nueve de la noche y era el momento de Billie Eilish. Los gritos eran estrepitosos cuando «Bury a Friend», comenzó a sonar. Los 15 mil asistentes cantaron de inicio a fin cada verso de cada tema de Billie de manera exacta. Pero ¿por qué no fueron las 18 mil personas que caben en la Arena? No lo sabremos, ya que el evento estaba agotado y la sección general A estaba a menos de la mitad de su capacidad. Eilish mantuvo a la multitud pendiente de sus palabras desde la primera canción.
No es solo su poderosa voz o esos fascinantes ojos azules; es su capacidad para encapsular casi todas las emociones, desde la melancolía de «Ocean Eyes» hasta la bravuconería de «You Should See Me in a Crown» o «Bad Guy». Ella no solo canta, sino que habita cada palabra. Un momento particularmente conmovedor llegó cuando ella y su hermano, su «mejor amigo del mundo», se sentaron en taburetes, guitarras en mano, para cantar «Your Power», su sencillo de 2021 sobre una relación abusiva. Eilish convivió con sus seguidores, les agradeció mucho y se le veía feliz de presentarse en lugares donde nunca había estado antes. Ella agradeció el sombrero charro que le regalaron y se cubrió con la bandera mexicana. El 80% de la producción original se presentó en Guadalajara, compitiendo dignamente con el montaje en Europa y Estados Unidos, que consistía en una enorme pantalla dividida en tres partes, dos laterales, una rampa, una estructura de luces sobre el techo de la arena y una grúa que se acercó al público de las gradas con el tema «Bellyache». Eilish no dejó de saltar y mostrar una energía increíble, vestida con un enorme jersey de Los Lakers de la NBA. Con un total de 26 temas, cerró con «Happier Than Ever». Dejando para la historia de Guadalajara, uno de los mejores recitales de la ciudad y el honor de haber tenido en su momento a un artista global que tomó en cuenta a los tapatíos.