Héctor Castro Aranda, texto y fotografía | Los Bunkers, la agrupación chilena de rock alternativo, regresó a Guadalajara después de 10 años, ofreciendo dos recitales en el Teatro Diana al 100% de su capacidad el cuatro y cinco de mayo. El evento fue un momento muy emotivo para los seguidores de la banda, quienes llevaban una década esperando su regreso a la ciudad. Las emociones se reflejaron de diferentes maneras en la multitud, con gritos, sonrisas y lágrimas de alegría.
El concierto comenzó con un breve retraso de 20 minutos y la banda entró al escenario con un intro utilizando el tema de Peter Gabriel, «Solsbury Hill». Luego, tocaron algunos de sus grandes éxitos, como «Miéntele», «Te vistes y te vas», «Yo sembré mis penas de amor en tu jardín», «Una nube cuelga sobre mí», «Bajo los árboles», y «No necesito pensar». Los temas que causaron mayor euforia entre el público fueron «Llueve sobre la ciudad», «Bailando solo» y «Ven aquí».
La agrupación parecía un poco nerviosa debido a que era su primera presentación en Guadalajara después de tanto tiempo, pero rápidamente se adueñaron del escenario y demostraron por qué han sido tan queridos por los fans de la ciudad. Su música y estilo son únicos y eso ha sido lo que ha mantenido a Los Bunkers en la escena musical por tantos años.
Formada en la ciudad de Concepción, Chile en el año 1999, Los Bunkers comenzaron a tocar en pequeños bares y locales de la ciudad. Luego, ganaron popularidad a nivel nacional gracias a la difusión de su música en la radio y televisión chilena. Su primer álbum homónimo fue lanzado en el año 2001, con canciones que mezclan el rock y la música folklórica chilena.
El estilo de la banda evolucionó a lo largo de los años, incorporando influencias del rock psicodélico, la música británica y el pop. Sus letras abarcan temas como el amor, la juventud, la sociedad y la política, y son un reflejo de las vivencias de los miembros de la banda.
Además de su música, Los Bunkers han sido reconocidos por sus presentaciones en vivo, que han sido descritas como energéticas y emocionantes. Su habilidad para conectar con su público es algo que los ha llevado a recorrer Latinoamérica y otros lugares del mundo, presentándose en grandes festivales como el Vive Latino en México y el Festival Internacional de la Canción de Viña del Mar en Chile.