Héctor Castro Aranda, texto y fotografía | Los Angeles Azules, una de las agrupaciones más emblemáticas de la música mexicana, ha dejado huella en la industria durante décadas. Con su estilo único que fusiona la cumbia con otros géneros, como la música sinfónica y el pop, han conquistado corazones y llenado recintos alrededor del mundo. Su trayectoria y reconocimientos hablan por sí solos.
Este conjunto originario de Iztapalapa, Ciudad de México, ha sido galardonado en múltiples ocasiones por su destacada contribución a la música. Con premios como el Grammy Latino y el Premio Billboard de la Música Latina, Los Angeles Azules han demostrado su valía en la escena internacional.
No es sorprendente que hayan llenado recintos de renombre como el Caesar’s Palace en Las Vegas, el Kia Forum de Los Ángeles y el Madison Square Garden en la ciudad de Nueva York. Estos lugares icónicos se han rendido ante la inigualable energía y talento de Los Angeles Azules, quienes han llevado la cumbia mexicana a lo más alto.
Los Angeles Azules regresaron a Guadalajara, para celebrar un acontecimiento histórico: los 200 años de libertad y soberanía del estado de Jalisco. Fue un evento que quedará grabado en la memoria de todos los asistentes.
El 16 de junio, en el nuevo Parque General Luis Quintanar, antes conocido como Parque de la Solidaridad, cerca de 35 mil personas se reunieron para ser testigos de una noche mágica. El escenario, una impresionante producción de talla internacional, estaba preparado para recibir a estos maestros de la música.
Pasadas las 9:45 p.m., después de una breve demora debido a problemas técnicos, Los Angeles Azules se elevaron al escenario, desatando una euforia colectiva entre el público. Desde los primeros acordes, la multitud se entregó por completo a la melodía inconfundible de canciones que han marcado generaciones.
Durante el espectáculo, Los Angeles Azules nos regalaron un recorrido musical por todos sus grandes éxitos. Temas como «El Listón de Tu Pelo», «Cómo Te Voy a Olvidar» y «17 Años» resonaron en el aire, evocando recuerdos y emociones en cada rincón del parque.
La conexión entre Los Angeles Azules y el público fue palpable. El amor y la admiración que se profesan mutuamente se manifestaron en cada nota y en cada gesto. Fue una celebración de la música, de la identidad mexicana y de la grandeza de Jalisco en su bicentenario. El público pudo disfrutar de una noche llena de alegría, baile y recuerdos inolvidables.