Salvador Y Maldonado Díaz | El verano tiene sus frutas propias de su temporada. Y en ella 16 estados del
país aportan un producto que hay que disfrutar y aprovechar sus características
nutricionales, como lo es la tuna.
Las tunas son emblemáticas en la cultura mexicana. Una prueba de ello: hasta
hacen presencia en el escudo nacional.
El país cuenta con una producción anual que supera las 400 mil toneladas, el
abasto de tuna está garantizado en mercados, tianguis y centros de abasto del
país, como un fruto de temporada que ofrece sabor y propiedades nutrimentales,
además de ser asequible a la población, según lo comunicó la Secretaría de
Agricultura y Desarrollo Rural.
La dependencia indicó que si bien la temporada de cosecha de la tuna abarca de
abril a noviembre, la mayor producción se registra entre julio y octubre. De hecho,
el 97.3 por ciento de la producción nacional se hace en modalidad de temporal.
Este fruto obtenido del nopal tunero y que ofrece una gran variedad de
tonalidades, sabores, formas y tamaños, presentó el año pasado una superficie
superior a las 45 mil hectáreas sembradas y un volumen de 444 mil 081 toneladas.
Con base en cifras del Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP),
señaló que desde 2019 el valor de producción del fruto presenta un incremento
constante, al pasar de mil 537 millones de pesos a mil 671 millones de pesos, un
alza de 8.8 por ciento.
En México 16 entidades se dedican a la cosecha de tuna: Aguascalientes, Baja
California Sur, Durango, Guanajuato, Hidalgo, Jalisco (sobre todo en los
municipios de la Región Altos Norte, como Ojuelos y Jalostotitlán), Estado de
México, Michoacán, Oaxaca, Puebla, Querétaro, San Luis Potosí, Tamaulipas,
Tlaxcala, Veracruz y Zacatecas.
De estas, Estado de México y Puebla se posicionaron como principales
productores con 154 mil 978 toneladas y 121 mil 517 toneladas, respectivamente,
que en conjunto representan el 62.3 por ciento del total nacional.
En tanto, los municipios de mayor producción son Acatzingo, Puebla, con 97 mil
593 toneladas; Pinos, Zacatecas, 72 mil 492 toneladas, y San Martín de las
Pirámides, Estado de México, con 34 mil 313 toneladas.
Agricultura resaltó que en el país se producen y comercializan al menos 8
variedades de tunas: alfajayucan (la de mayor producción), amarilla, blanca
burrón, blanca cristalina, criolla, pico chulo, roja y xoconostle.
Aun cuando el fruto se comercializa principalmente para consumo en fresco,
productores del país han desarrollado valor agregado a través de mermeladas,
conservas, licores, miel, almíbar, jugos, entre otros, lo que genera una derrama
económica importante para los agricultores locales.
Diversos estudios han planteado que la eficacia de la tuna en la reducción de
azúcar en la sangre es su capacidad para unirse con el azúcar en el intestino.
Algunos investigadores teorizan que el nopal puede aumentar la capacidad celular
para utilizar la insulina, ofreciendo beneficios saludables a las personas diabéticas,
así como aquellas con exceso de colesterol.
El dato
De acuerdo al códice Mendocino, los aztecas fueron en busca de estas señales,
las cuales se cumplieron pues encontraron a una majestuosa águila posada en
una abundante nopalera devorando a una serpiente. El hecho de que el águila
esté posada en el nopal, hace referencia a las raíces sobre las cuales está
asentada nuestra nacionalidad. Algunos historiadores coinciden en que las tunas
son un claro referente a los guerreros caídos. Más allá de los simbolismos
asignados a estos productos, la tuna y el nopal son parte de nuestra vida
cotidiana, por ello se llevan con orgullo en dos de nuestros símbolos patrios.
Fuente: Secretaría de Cultura Federal