La crónica de Eusebio señala que Trebisonda fue fundada en el 756 a.C. y Jenofonte, en la historia de su gran travesía, nos comparte que las milicias griegas arribaron a una ciudad desierta llamada Trapezouz en el mar negro (Euxeinos), colonia de Sinope en territorio de la Cólquida (Kolchis). Ahí permanecieron treinta días, estableciéndola como su base. Siglos después el Dominus Diocleciano la restauró tras el ataque de los godos y sirvió como base para las legiones, y su posición como puente entre oriente y las provincias romanas hizo del lugar una zona poblada y favorecida por el comercio.
El emperador Justiniano reparó sus murallas y construyo un acueducto, siendo hacia el siglo IX cuando se convierte en capital de la Thema de Caldia. Así Trebisonda conformó una autonomía política y comercial que la liberaba de la opresión del poder central, funcionando como una ciudad libre, próspera e inmune al control de los emperadores en Constantinopla.
Un hombre de talentos excepcionales y al que el emperador de los romanos, Alejo I, temía fue enviado a Trebisonda como gobernador. Era tal la reputación de este soldado que Alejo deseaba tenerle lejos de la capital, su nombre Theodore Gabras. El monarca procuraba mantener buenos términos con Gabras e incluso alojaba al hijo de este, Gregorio, como huésped en su corte, con intención de mantenerle bajo control.
En 1104 el mando de Trebisonda recayó en Gregorios Taronites, quien estaba ligado a la familia imperial. Taronites fue más allá que Gabras, pues además de gozar de autonomía y actuar como príncipe independiente, desafió la autoridad imperial al incumplir órdenes. Alejo I despachó una expedición contra Taronites, quien fue derrotado y hecho prisionero, aunque por razones que desconocemos fue reinstalado en su puesto.
Le lejanía con la capital, su enorme grado de independencia y las alianzas formadas con señoríos vecinos hacían que brotaran los deseos independentistas de parte de los gobernadores de Trebisonda. Se hace mención de otro Gabras, Constantino, quien hacia 1139 y durante un largo periodo dirigió Trebisonada como un embrión de Estado, siendo a partir del gobierno Manuel I cuando se restableció la autoridad imperial y la provincia fue sometida a la administración oficial.
Manuel I Comneno fue sucedido por su hijo Alejo II, legítimo emperador a los dieciséis años, depuesto y asesinado por su tío Andrónico. Considerado un tirano, el usurpador fue destronado y asesinado tras una insurrección popular. El anciano Andrónico fue expuesto por las calles de Constantinopla sobre la joroba de un camello sarnoso, para más tarde perecer a causa de las más inhumanas torturas, en un grotesco espectáculo en el hipódromo.
El hijo de Andrónico Comneno era un romano modelo, de nombre Manuel; prudente, respetuoso de las leyes, pero odiado por su apellido y visto como una amenaza por el nuevo emperador. El buen hombre fue capturado y con ferocidad le extirparon los ojos, muriendo durante el proceso. Manuel dejaba dos huérfanos, Alejo de cuatro años y su hermano pequeño David. Los infantes fueron ocultados de la furia de la muchedumbre y de la cólera del emperador. Cuando los ánimos se calmaron los niños vivieron en paz en la capital hasta alcanzar la edad adulta.
Cuando la amenaza cruzada se aproximaba a Constantinopla, los hermanos escaparon con su tía Thamar, mujer influyente en la costa oriental del mar Negro. Cuando la capital del imperio romano fue tomada por cruzados y venecianos la administración de Trebisonda quedó a la deriva, entonces hicieron presencia los jóvenes Comneno, tomando el control del territorio con el respaldo de su tía y del Reino de Iberia. En abril de 1204 al cruzar la frontera el mayor de los hermanos, Alejo, fue proclamado soberano por sus tropas, reclamando el título de legítimo emperador de los romanos. Los jóvenes modificaron su apellido a Gran Comneno y se sumergieron en una serie de conquistas efectivas, expandiendo el nuevo imperio de Trebisonda. Los gobernadores de otras ciudades no oponían resistencia cuando Alejo I Gran Comneno y sus ejércitos hacían presencia ante sus murallas, esto porque sabían que ya no existía un poder central al que pudiesen acudir por protección, además de carecer de los contingentes para hacer frente al flamante emperador de Trebisonda.
El menor de los hermanos, David, también mantuvo éxito avanzando con su ejército y anexionando territorios al nuevo imperio. Más adelante los hermanos sufrieron aparatosas derrotas a manos de los turcos selyúcidas y de Theodoro Laskaris, legítimo emperador de los romanos en el exilio en Nicea. Tras las derrotas y el debilitamiento de sus huestes, David decidió aliarse con el imperio latino de Constantinopla, cuestión que fracturó las relaciones con su hermano el emperador Alejo, quien fallecía en 1222. Alejo I Gran Comneno fue sucedido por Andrónico Ghidos, su yerno, quien gobernó durante trece años; y este fue seguido de su cuñado Juan Axouchos. Tras un breve periodo de gobierno Axouchos pereció y el poder regresó a los Mega Comneno en la figura de Manuel, segundo hijo del fundador del imperio, y quien sería conocido con el apelativo de gran capitán.
Manuel I Mega Comneno fue sucedido por sus tres hijos, Andrónico, Jorge y Juan. Fue Juan quien, tras la reconquista de Constantinopla por parte de los romanos de Nicea y la coronación de Miguel Paleólogo por el patriarca, cambió el título de los emperadores de Trebisonda al de emperador y autócrata de todo el Este, Iberia y dominios de ultramar.
Juan II Mega Comneno contrajo nupcias en 1282 con Eudokia Paleólogina, hija del emperador de los romanos Miguel Paleólogo. Juan, a pesar de saberse emperador, se presentó ante su suegro con vestimenta de déspota y calzado negro, evitando la túnica imperial y las botas púrpuras. Juan desaparecía en 1297 y le sucedía su hijo Alejo II, gobernante firme, decidido y capaz, que timoneó Trebisonada durante treintaitrés años. Muchos descendientes de Alejo II Mega Comneno gobernaron, entre estos se encontraban su hermano Miguel, sus hijos Andrónico, Basilio y Anna, así como sus nietos Manuel y Alejo. Andrónico relevó a su padre y este, a la vez, fue sustituido por su hijo Manuel quien contaba con ocho años. Tras presentarse un periodo de caos y disputas intestinas, la nobleza invitó para que les gobernase a Basilio, quien tras ser proclamado emperador depuso y poco después asesinó a su sobrino Manuel, así como a los protectores del infante, el megaduque Leka y el megadoméstico Tzamba.
Tras la muerte de Basilio el poder se sucedió entre miembros de la casa Mega Comneno hasta que en 1349 la gracia recayó en Alejo III, hijo de Basilio y quien dirigiría Trebisonda durante cuarenta años. Alejo III gobernó con dignidad, restauró el orden y restableció la administración del Estado tras un prolongado periodo de anarquía. Su hijo Manuel III gobernó durante veintisiete años y este, a su vez, fue reemplazado por su hijo Alejo IV. Juan, el rebelde hijo de Alejo IV, se sublevaba contra padre y obtenía apoyos de la familia Kabasites, opuesta al régimen imperial. Juan se hizo de un grupo de mercenarios, invadió el imperio y antes de alcanzar la capital su padre salió a su encuentro. Una mañana el emperador Alejo IV fue encontrado muerto en su tienda, sus sirvientes fueron la mano ejecutora del parricidio y así, Juan, entraba a la capital sin oposición.
El cronista Laónico Calcocondilas no menciona que Juan hubiese dado la orden de asesinar a su padre, sin embargo, las circunstancias nos inspiran a sospechar. Tan pronto como se hizo con el poder Juan realizó suntuosos servicios funerarios en honor a su padre, asimismo castigó a los asesinos materiales del crimen, amputando la mano de uno de ellos y cegando al otro. Es posible que Juan IV se encontrase atormentado por la culpa, pero más certero sería afirmar que se trató de una simulación para legitimarse como nuevo emperador.
Hacia finales de la primera mitad del siglo XV los turcos otomanos comenzaron el acoso contra Trebisonda, cuyo final se vislumbraba con la ascensión al poder de Mehmet II y la caída de Constantinopla en mayo de 1453. Con el pasar del tiempo Trebisonda había ido marchitándose y la falta de cohesión permitió a los otomanos la invasión del imperio y la marcha sin resistencia hasta las murallas de la capital. Juan IV Mega Comneno se rendía ante la acometida turca y una tregua con el sultán le convertía en su vasallo.
A pesar de haberse sellado la paz y establecerse el pago de un tributo anual la sombra otomana amenazaba la existencia de Trebisonda, por lo que el monarca Juan hizo una serie de interesantes alianzas con los reinos vecinos, cristianos y musulmanes; esto con intención de plantar cara a los poderosos invasores. Juan IV falleció y no pudo ver cristalizados los pactos alcanzados gracias a sus dotes diplomáticas. Su puesto fue ocupado por su hermano David Mega Comneno, quien demostró ser un gobernante carente de talento. Cuando echó un vistazo a su tablero, David se percató que era tarde, Trebisonda se encontraba aislada y la capital sitiada. David, egoísta, vio por su propio beneficio y llegó a un acuerdo directo con los turcos. Le fue permitido tomar sus riquezas y embarcarse con su familia rumbo a un apanage que se le había designado. Así los romanos de Trebisonda quedaban en la indefensión y eran testigos de la extinción de su imperio en 1461.
Mehmet II permitió que las clases bajas permaneciesen en la capital, mientras que nobles y ricos terratenientes fueron obligados a emigrar a Constantinopla, dominada por los otomanos desde ocho años atrás. Los jóvenes y la población infantil pasaron a engrosar las filas de los jenízaros, así como a formar parte de la propiedad personal del sultán.
David Mega Comneno vivió con tranquilidad durante algún tiempo en el territorio que le fue adjudicado tras la entrega de Trebisonda, para después ser arrestado y enviado con su familia a Constantinopla. El enérgico sultán sospechaba de David y una conjura con la intención de recuperar su imperio. Se ordenó a David a abrazar el islam bajo pena de muerte, este se negó y fue ejecutado junto a sus siete hijos varones y un sobrino en 1463, culminando de esta manera la larga estirpe de los Mega Comneno, que gobernó Trebisonda durante doscientos cincuenta años.
Fuentes:
FINLAY, George. Empire of Trebizond 1204-1461. William Blackwood and sons.
KALDELLIS, Anthony. The Histories-Volume II-Books 6-10. ♦ Laonikos Chalkokondyles. Dumbarton Oaks.
KENNEDY, Scott. Two works on Trebizond. Michael Panaretos ♦ Bessarion. Dumbarton Oaks.
KOMNENE, Anna. The Alexiad. Penguin Classics.
XENOPHON. The Persian expedition. Penguin Classics.
The Oxford dictionary of Byzantium Volume 2. Prepared at Dumbarton Oaks. Oxford University Press.
The Oxford dictionary of Byzantium Volume 3. Prepared at Dumbarton Oaks. Oxford University Press.