Miguel González, fotografía, Héctor Castro Aranda, texto, enviados especiales, Ciudad de México| Hay conciertos que llevan al público a un viaje, donde les lleva un tiempo a los artistas calentarse y conectar con la audiencia, o donde interpretan nuevo material para medir la reacción del público, o actúan pero sin chispa de química de banda. El set del sábado 16 de marzo, por la noche de Billy Idol en el acto estelar del Vive Latino en CDMX, fue abrupto y directo, Idol subió al escenario y durante 90 minutos se entregó a una poderosa y directa actuación que tuvo a la sala llena y vitoreando de principio a fin. Originalmente, Scorpions sería la agrupación estelar, pero fue sustituida de último momento por el británico, que supo manejar a la masiva audiencia y adueñarse del enorme escenario Amazon.
Billy Idol no se apoyó en pantallas de vídeo extravagantes ni en coreografías mimadas que a veces hacen otros artistas legendarios. Subió al escenario con sus cadenas y chaqueta de cuero negro y no perdió tiempo en lanzarse con «Dancing With Myself». Desde ese momento, todos estaban de pie y vitoreando salvajemente entre cada canción.
Idol era todo pose y presunción, moviéndose por el escenario mientras interactuaba con los que estaban en las primeras filas. Cambió sus muecas característicamente desdeñosas y puños bombeantes por historias reflexivas entre canciones, incluidos los efectos de su pasado accidente de motocicleta o estar cerca de otros que no sobrevivieron a las adicciones contra las que lucharon. Mientras tanto, Idol interpretó un setlist de canciones, como; «Rebel Yell» («Eyes Without A Face», «Flesh For Fantasy») hasta sus nuevo tema, «The Cage».
El guitarrista y compañero de escritura de Idol desde hace mucho tiempo, Steve Stevens, podría llevar el espectáculo por sí solo. A pesar de tocar con un menisco roto en su rodilla, ¡la guitarra de Stevens no paraba! Alternaba entre su sonido característico pulsando en todas las canciones más conocidas de Idol hasta solos de guitarra extendidos en un escenario vacío que provocaba los cada vez más fuertes aplausos de la multitud antes de culminar en una sala rugiente cuando Idol y el resto de la banda regresaban al escenario para lanzarse a los mayores éxitos de la banda.
Cerrando el set con «Rebel Yell» y envolviendo la noche con un bis de «White Wedding», Idol agradeció sinceramente a la multitud, estrechando la mano de muchos en la primera fila antes de finalmente hacer su salida del escenario después de casi 90 minutos de un set poderosamente dinámico de un catálogo clásico.
Billy Idol, se ha vuelto un favorito en festivales en el país, desde su actuación el Coordenada 2022 en Guadalajara, o en el Hell and Heaven en Toluca el año pasado. A Billy Idol, se le ofreció el peso y tamaño que es este artista de peso completo merece.