Miguel Rodríguez, fotografía, Héctor Castro Aranda, texto | Francia no solo es bella arquitectura y un pionero en grandes movimientos históricos y civiles, también es uno de los grandes precursores de la música electrónica, teniendo en su catálogo decenas de grandes artistas como Jean Michel Jarre, Voyage, David Guetta, Daft Punk, Etienne de Crécy, por mencionar algunos. Dentro de esa magnífica lista, en 2007, marcaron una nueva tendencia en la música electrónica al presentar un sonido que lo cambiaría todo a nivel global, Justice con su disco Cross, que fusionaba el funk con el dance punk, rock, con un fuerte y adictivo beat, que a 17 años, sigue sonando tan fresco. La música de estudio de Justice no fue lo único que sorprendió a las masas, fue en parte a sus presentaciones en vivo que se unían a la poca y refinada lista de conjuntos que presentaban la electrónica en vivo como Underworld, Crystal Method, The Chemical Brothers, Daft Punk, Basement Jaxx, Groove Armada, Prodigy y Orbital. Justice, formado por el dúo, Gaspard Augé y Xavier de Rosnay, presentaron en sus primeras giras, una simulación de cómo se presentaban las agrupaciones de heavy metal de la década de 1980, con una gran muralla de amplificadores Marshalls y una gran cruz en medio, que hasta el día de hoy es parte de su iconografía.
Justice subió como la espuma, teniendo grandes giras mundiales y estelarizando en los festivales más grandes. La primera visita de los franceses fue el ocho de noviembre de 2012, en el desaparecido Foro Alterno, en promoción de Audio, Video, Disco. Justice regresó a México en repetidas ocasiones pero tuvieron que pasar casi doce años para que regresaran a Guadalajara, en promoción de unos sencillos, One Night/All Night | Generator, y su nuevo disco que salió hace dos días, Hyperdrama. Justice, por fin llegó a suelo tapatío el 25 de abril, en la Explanada del Estadio Akron. Las generaciones de asistencia eran muy obvias, entre los 30 y 40 años, que fueron los que experimentaron su plena juventud en lugares que ya no están más con nosotros como La Favorita Chupitería, El 9 Milímetros, La Santa, no el antro de Andares, Mozkito Mezcal, Cream, UV, Ático. Lleno de nostalgia como una reunión del colegio se sintió el movimiento en Justice que para beneplácito de la asistencia, se instaló una serie de restaurantes y zonas de descanso como si de un pequeño festival se tratara pero no se podría decir lo mismo del suelo, ya que la falta de un pasto cómodo, solo era tierra y piedras. Justice salió cerca de las 9:30, las luces se apagaron, y se encendieron las más de 100 luces robóticas, con los temas de “Genesis”, “Phantom” y “Phantom Pt. II”. Gaspard y Xavier, de poco más de 45 años, vestidos como alguna escena de Scarface, totalmente concentrados en retratar sus mejores éxitos en mezcla y en vivo, por medio de midis y consolas con varios canales. “Generator”, “Love S.O.S.”, “Alakazam!”, “Mannequin Love”, “We Are Your Friends”, “Tthhee Ppaarrttyy”. Deleitando a las más de cinco mil personas reunidas.
Conforme el espectáculo avanzaba, Justice sorprendió con una puesta en escena, totalmente automatizada con una serie de soportes de luces que se movían conforme el tema, leds y luces que cambiaban drásticamente, la producción más generosa que han presentado en una gira y la misma que se mostró en su participación en los dos fines de semana en Coachella. Llegó el momento de “One Night / All Night” y continuar con el volcánico tema de “Safe and Sound”. “Neverender”, “Canon”, “Stress”, “Audio, Video, Disco” y cerrar con “D.A.N.C.E”. Algunos afirman que Justice no tuvo ninguna interacción con el público tapatío, pero ¿qué mayor interacción que bajarse del escenario para saludar a sus seguidores y firmarles discos y el gesto de Xavier de caminar entre la gente y tomar un buen trago de cerveza fría que alguien le facilitó.