José Rodolfo Castro | Eva Aranda, fotografía | La espectacularidad de la lucha libre en Guadalajara debe registrar su inicio en 1959, con la inauguración de la Arena Coliseo por su creador y propietario, Salvador Lutteroth, el visionario empresario, nacido en Colotlán, Jalisco, quien antes abrió puertas para esta industria en la Arena Coliseo de Ciudad de México, a la que se sumaron también la Arena México de la capital del país, Arena Coliseo de Monterrey y Arena Coliseo de Acapulco.
Julián Sánchez Ortega, por décadas gerente y promotor del inmueble, declaró en 1969 a Revista Coliseo Deportivo, fundada por Héctor Castro y Castro, y alma mater de Revista101.com, que el espectáculo luchístico era cíclico, temporadas con sobrecupo en el conocido embudo de Medrano 67, y años alarmantes en los que apenas se completaban un par de filas.
Hoy expertos aseguran que este espectáculo, el del Consejo Mundial de Lucha Libre, CMLL, de la familia Lutteroth, vive niveles altos de popularidad, la presencia de familias es la prueba que observamos el 2 de abril en el legendario escenario, el que este 2024 cumple su 65 aniversario. En el reconocimiento a esta industria, los niños y jóvenes crecen la fama de históricos enmascarados, rudos y técnicos, y el prestigio de la casi centenaria lucha libre mexicana, la que se regodea por otras tantas entidades del mundo, donde los Mil Máscaras, Blue Demon, Santo, por ejemplo, mantienen presencia generacional, los cimientos para que continuaran los Alfonso Dantés, Perro Aguayo, Ringo Mendoza, Irma González, la Jarochita Rivero, El Solitario, Fishman, Blue Panther, Cien Caras, El Faraón, Rey Misterio, y un extenso etcétera, muchos construidos con la técnica del entrañable maestro Cuauhtemoc «Diablo» Velasco, en el gimnasio de la Arena Coliseo local. La Tapatía, la llave que creó el ex luchador jalisciense, Rito Romero, es de las favoritas de los públicos de aquí y de allende las fronteras.
Los Martes de Glamour, la creación de Apolo Dantés a principios de este milenio, ex luchador y ex promotor de la Arena Coliseo local, hijo del ídolo Alfonso Dantés, llegaron para quedarse, un producto que cada semana reúne aficionados que disfrutan la experiencia, es sentir el inmueble, a su barrio de Analco, la Calzada Independencia, los actuales luchadores, que sorprenden con creaciones que son consideradas de vanguardia, hacen del cuadrilátero un actor más.
Y las porras, un espectáculo que parece aparte, integrado para prohibir que descienda el entusiasmo, gigantescos coros que se enfrentan, mientras un promedio de mil aficionados defienden su zona de balcón, alrededor de otros mil 300 aficionados hacen lo propio en el ring numerado, la butaquería. Los de balcón, además, son acompañados por una banda de vientos y percusiones. Es algo, de veras, divertido y muy agradable.
Esa noche, se rindió homenaje a Salvador Lutteroth, y Tony Salazar, ex luchador galán y figura de los años 1970. El público le reconoció su trayectoria, fue ovacionado. Compañeros y también leyendas de la lucha libre, presentaron acción para homenajearlo, Atlantis, Blue Panther, El Satánico y Rey Bucanero.
La programación completa
Atlantis Jr., Máscara Dorada, Esfinge vs. Euforia, Soberano Jr., Bárbaro Cavernario, presumieron la calidad del espectáculo.
Como también lo hicieron las luchadoras, La Catalina, Andrómeda, Lluvia vs. Stephanie Vaquer, Zeuxis, Dark Silueta.
Dark Magic, Elemental, Yutani vs. Furia Roja, Guerrero de la Muerte, Ráfaga.
Galo Jr., Ráfaga Jr., Astro Oriental vs. Calavera Jr. I, Temerario, Calavera Jr. II.
Johny Dínamo, Minotauro, Shezmu vs. Black Boy, Yaky Boy, Thunder Boy.
En el lobby de la Arena Coliseo, Canis, ofertando las máscaras de los ídolos. Toda una institución que inició Canis en los años 1970.
Tras finalizar la producción de Homenaje a dos leyendas, los presentes que se despedían del escenario, a la salida fueron recibidos por una alineación musical, cumbia para continuar la alegría.
Martes de Glamour, toda una experiencia en la Arena Coliseo de Guadalajara. Revista101.com