Héctor Castro Aranda, texto y fotografía | Kikuo ha sido un signo de interrogación en el terreno de mi respetuosa distancia durante algún tiempo. Es ampliamente respetado como uno de los productores japoneses, más talentosos y creativos que trabajan con Hatsune Miku, y una rápida revisión hace unos años confirmó su habilidad para crear estilos de producción limpios, no secos, arreglos intrincados de alternativas digitales que inevitablemente recuerdan a sus contrapartes acústicas, y progresiones de acordes atractivas. Kikuo, llegó a Guadalajara el 21 de agosto en el C3 Stage. Con un retraso de media hora, el productor Japones, salió a escena y saludo a los cerca de 800 seguidores que le aguardaban.
Con beats a muy alto volumen la aventura comenzó, ocasionalmente bizarra, impresionante en su pulcritud pero sin miedo a la volatilidad, y con una serie de momentos destacados altamente reproducibles que lo elevan por encima de la mera curiosidad casual. Con visuales acordes detrás, estrobos y él solo en una consola, creó un ambiente de saltos en la multitud. Los talentos de Kikuo son tan pronunciados y su alcance inquietante, como algo más que la impronta de un productor excepcional.