Héctor Castro Aranda, fotografía | En los últimos años, comer saludable ha sido una preocupación creciente en la sociedad moderna. Con frecuencia, se relaciona la alimentación saludable con altos costos, lo que lleva a muchos a pensar que llevar un estilo de vida saludable es inaccesible para la mayoría de la población; sin embargo, esta percepción no siempre es correcta.
Existen estrategias que pueden ayudar, por ejemplo, hacer una planificación adecuada y decisiones inteligentes, harán posible llevar una dieta nutritiva sin gastar una fortuna.
¿Cómo comer saludablemente sin gastar mucho?
Aquí te compartimos algunas estrategias que te ayudarán a alimentarte sanamente, sin que esto represente un gasto mayor:
1.- Planifica tus comidas. Uno de los pilares para mantener una alimentación saludable y económica es la planificación. Elaborar un menú semanal adecuado y estructurado evita hacer compras impulsivas y tener un desperdicio de alimentos.
Hacer una lista de compra basada en este menú asegura que solo se adquieran los productos necesarios y en las cantidades adecuadas.
2.- Prefiere mercados y tiendas locales. Comprar en mercados locales o en tiendas de abarrotes puede resultar más económico que comprar en grandes supermercados, ya que además de apoyar el comercio local, los precios suelen ser más competitivos y los productos más frescos.
3.- Opta por productos de temporada. Frutas y verduras de temporada no solo son más baratas, sino que también tienen mejor sabor y mayor valor nutricional. Las leguminosas y los cereales son alimentos básicos que ofrecen excelente relación calidad-precio. Productos como las lentejas, garbanzos, frijoles, arroz integral son ricos en nutrientes, a menudo suelen ser muy económicos.
Estos alimentos no solo proporcionan proteínas y fibra, sino que también son versátiles y se pueden usarse en una variedad de platillos, desde sopas hasta ensaladas y guisos.
4.- Evita los alimentos procesados. En cambio, los alimentos procesados y precocinados tienden a ser más caros y menos saludables debido a su alto contenido de grasas, azúcares refinados y sodio.
Aunque puedan parecer convenientes, consumirlos habitualmente puede incrementar significativamente el presupuesto destinado a la alimentación. Cocinar en casa con ingredientes frescos es una opción mucho más económica y saludable.
Y lo más importante, no olvides que invertir en una alimentación saludable puede generar ahorros a largo plazo en términos de salud.
Una dieta equilibrada puede ayudar a prevenir enfermedades crónicas como la diabetes, hipertensión y las enfermedades cardiacas, reduciendo así los gastos médicos y mejorando la calidad de vida.
La clave está en ser consciente de las elecciones alimentarias y priorizar la salud a largo plazo. Al final del día, una buena alimentación es una inversión en nuestro bienestar y futuro. Texto LN Sofía Varela Quiroz y PLN Estrella Martínez Alvarado, Especialistas de Nutrición de la Universidad Autónoma de Guadalajara (UAG). Con información de la dirección de prensa de la Universidad Autónoma de Guadalajara. Revista101.com