Ike Ochoa | ¿Quién dijo que todo es fútbol y béisbol en Texas? Parece que alguien se cansó de los touchdowns y home runs y decidió que IndyCar también merecía su pedazo de protagonismo en Arlington. Con un nuevo circuito temporal de 2.73 millas, justo al ladito de los estadios de los Dallas Cowboys y los Texas Rangers, el show de marzo de 2026 promete ser más rápido que los típicos 180 mph. Josef Newgarden ya se relame los bigotes, asegurando que los autos van a rebasar los 200 mph como si nada en las rectas. Nada mal para un paseo por la zona de entretenimiento.
Este circuito es como la versión texana de los Grandes Premios, con una pista serpenteando entre el AT&T Stadium y Globe Life Field. Los que se vayan a sentar a ver la carrera, tal vez se imaginen a sí mismos montados en caballos con sombrero vaquero, porque, según Jerry Jones, este evento es un sueño hecho realidad. Desde que los Cowboys llegaron a Arlington en 2009, Jones ya tenía visiones de carros de carreras surcando el asfalto. Y ahora, con Roger Penske de la mano, se va a armar la gran fiesta. ¡Un IndyCar Grand Prix made in Texas, baby!
Y como si fuera poco, el trazado incluye cuatro zonas de adelantamiento de esas que prometen caos (Curvas 1, 10, 12 y 14), más una curva en herradura que grita “cuidado, novatos”. Además, para que el glamour no falte, habrá áreas donde el circuito pasará por debajo de las suites de lujo, porque ¿qué es una carrera sin un poco de estilo, no?
Newgarden, que últimamente no se baja del podio, ya tiene su mirada fija en la carrera. Y como buen vendedor, asegura que será una de esas que “tienes que ganar”. Alex Palou no se queda atrás, lamentando que aún falta un rato para correr en este trazado que, según él, debería empezar la próxima semana.
Así que prepárense, porque en marzo de 2026 Arlington no solo será hogar de campeones de Super Bowl y Series Mundiales, también lo será de uno de los circuitos más veloces y furiosos de IndyCar. ¿Que si habrá barbacoa? No lo sabemos. Pero que va a ser un show, de eso no hay duda.