Héctor Castro Aranda, fotografía y texto, enviado especial Chicago | Hay algo especial en ver a un artista tan icónico como Beck en vivo. Con un catálogo tan vasto de éxitos y cortes profundos, es casi imposible que logre complacer a todos los fans con una lista de canciones perfecta. Sin embargo, en su última gira, y especialmente en su actuación de cierre el sábado 21 de septiembre como el acto estelar en Douglas Park en Chicago, Beck demostró que, aunque no todos tus temas favoritos entren en el setlist, es difícil que decepcione.
El sábado fue una noche perfecta para un concierto al aire libre, y Beck no pudo haber escogido mejor su selección de canciones. A lo largo de su set, que abarcó distintas etapas de su carrera, logró conectar con la multitud de miles de fanáticos que coreaban y bailaban al ritmo de sus canciones más populares y queridas. La mezcla incluyó algunos de sus temas más enérgicos y bailables como «E-Pro», «Qué Onda Guero», «Dreams» y «Sexx Laws», lo que sin duda llevó a la audiencia a un nivel de euforia.
Sin embargo, lo que hizo que la actuación de Beck fuera verdaderamente especial fue su habilidad para fusionar ese lado más ligero y festivo con sus raíces de blues. Ya sea con el solo de armónica durante «One Foot in the Grave», un corte profundo que remontó a sus primeros días, o con el clásico «Loser», donde mostró sus habilidades en la guitarra, Beck hizo que la audiencia sintiera esa mezcla única de sonidos que lo ha caracterizado durante décadas.
Beck no solo demostró su maestría musical, sino que también dejó salir su faceta más cómica e improvisada. En un momento del show, compartió una historia hilarante sobre una chica de Chicago de la que se enamoró. En su relato, detalló de manera absurda cómo ella lo llevó a su casa en Schaumburg, lo bañó y luego lo introdujo al «más allá», una referencia a una sección de su hogar llena de popurrí y objetos extraños. Este tipo de humor surrealista, típico de Beck, hizo que la audiencia estallara en carcajadas, añadiendo una capa más de disfrute al espectáculo.
La actuación de Beck ofreció un poco de todo: desde ritmos contagiosos hasta melodías de blues profundas, pasando por riffs de guitarra cargados de alma y funk. Fue un set bien equilibrado que mantuvo a la multitud enganchada de principio a fin. Más allá de la música, fue la combinación de humor, improvisación y esa energía característica de Beck lo que hizo de este concierto una experiencia inolvidable para quienes asistieron. Beck, llevará toda esta genialidad a Ciudad de México como parte del Corona Capital a celebrar del 15 al 17 de noviembre en el Autódromo Hermanos Rodríguez. Venta de boletos por sistema Ticketmaster.com.mx
Ese mismo día, pero más temprano, dos agrupaciones que valen su calidad en oro se presentaron en el Riot Fest, Clutch y Rival Sons.
Celebrando el décimo aniversario de su álbum Great Western Valkyrie, Rival Sons, mostró por qué son considerados uno de los grupos más impresionantes del rock contemporáneo. Jay Buchanan continúa siendo uno de los mejores vocalistas del género, destacando incluso en su ejecución con la armónica. Por su parte, Scott Holiday es uno de los guitarristas más subestimados. Si tienes la oportunidad de ver a Rival Sons en vivo al menos una vez en la vida, no la dejes pasar. Es una experiencia que alimenta el alma y te conecta con el buen rock n’ roll. Este año, la banda lanzó dos álbumes, Darkfighter y Lightbringer, que han recibido elogios tanto de críticos como de fanáticos. En resumen, fue una noche sólida para el rock en Omaha, donde las tres bandas entregaron actuaciones memorables.
Clutch, son la definición de una banda de rock de clase trabajadora: simplemente son tipos tocando su set sin grandes artificios ni trucos. Esa autenticidad es precisamente lo que ha hecho que Omaha los adore tanto a lo largo de los años. Están en la lista de las mejores bandas en vivo, apreciadas tanto por músicos como por no músicos.
El carismático Neil Fallon mostró su inigualable presencia en el escenario. El hombre entiende lo que es el swagger, y lo transmite con cada movimiento. Nadie suena como él, y eso hace que Clutch sea una banda única y fascinante para escuchar. La banda, rítmicamente ajustada, interpretó su álbum Black Tyrant en honor al 20º aniversario de su lanzamiento. Personalmente, me alegra mucho haberlos visto nuevamente; Clutch es, sin duda, una de las mejores bandas en vivo. Espero escuchar nuevo material de ellos en un futuro cercano.