Silvia Ceballos Santacruz, texto, enviada especial Ciudad de México | Con tres décadas y media de historia musical, Café Tacvba reafirmó su lugar como una de las bandas más icónicas de América Latina, con una majestuosa celebración en el Estadio GNP el cinco de diciembre. 60 mil espectadores, se reunieron para disfrutar de un espectáculo lleno de nostalgia, tradición y sorpresas, en el que el grupo revivió uno de sus clásicos más controversiales.
Después de casi siete años sin incluirla en sus conciertos, el emblemático tema «La Ingrata» volvió a formar parte del repertorio de Café Tacvba. Esta canción había sido retirada debido a críticas sobre su contenido, considerado por algunos como violento. Sin embargo, antes de interpretarla, Rubén Albarrán aclaró que la intención de la banda nunca ha sido perpetuar conductas negativas. La interpretación de este clásico en su versión original fue recibida con ovaciones, marcando un momento especial de la noche y generando emociones encontradas entre los asistentes.
El espectáculo no solo fue una celebración musical, sino también un homenaje a las tradiciones mexicanas que siempre han estado presentes en la esencia de la banda. Desde el inicio, una pareja de personajes caracterizados como calaveras bailaron sobre el escenario, evocando el Día de Muertos. Además, un organillero aportó el toque característico de las calles de la Ciudad de México, conectando al público con las raíces culturales que Café Tacvba honra en cada presentación.
Fiel a su estilo camaleónico, Rubén Albarrán deslumbró con múltiples cambios de vestuario a lo largo de la noche. Entre sus elecciones destacaron ponchos coloridos, sombreros y piezas tradicionales como el huipil de cabeza, que generaron comentarios y risas entre los asistentes. En un guiño humorístico, Albarrán comentó: «Como dice el meme, ‘cuando ya estés bien pedo, saca el mantel de la abuelita'».
El repertorio de la noche llevó al público por un viaje a través del tiempo, desde los clásicos del icónico álbum «Re», como «El Metro» y «El ciclón», hasta temas más recientes como «Futuro» y «Celebración», del disco «Jei Beibi» (2017).
Momentos emotivos y energéticos se alternaron durante las casi tres horas de concierto, en las que los asistentes no dejaron de cantar, bailar y aplaudir. Albarrán, siempre en tono humorístico, hizo una broma al referirse a sus compañeros de banda: «Un aplauso para apoyar las rodillas de los muchachos, que han aguantado todo este tiempo.»
La velada tuvo invitados de lujo, entre ellos el grupo Los Inútiles y el reconocido productor argentino Gustavo Santaolalla, quien ha sido una pieza clave en el desarrollo de algunos de los discos más emblemáticos de la banda. Su participación añadió un toque especial a una noche ya de por sí memorable.La noche concluyó con una explosión de energía y emociones. Canciones como «Un bezhito», «Malas decisiones» y «La OG» dejaron al público eufórico, mientras papelitos rosados caían del techo, creando un ambiente mágico para cerrar la celebración.