José Rodolfo Castro | Héctor Castro Aranda, fotografía | El gran Emilio «Indio» Fernández, llegó vestido de charro, y ordenó al cantinero un caballito de tequila. El cineasta de la Epoca de Oro del Cine Mexicano, observó cada instante del servicio, desde el caballito colocado en la superficie de madera de la vetusta barra de inicios del siglo XX, la selección de la etiqueta y el sonido que provocó el choque del líquido con el vidrio. Lo que siguió fue el disfrute del “Indio” de la bebida mexicana, el mariachi en vivo y una charla intensa con el cantinero, quien despachaba también a nutrida clientela, en esa barra de alrededor de siete metros. El «Indio» Fernández, se despidió del cantinero, y le regaló su sombrero de charro.
La anécdota la confió en entrevista con Revista101.com Daniel Rentería Pérez, y lo hizo en la misma barra y en el mismo lugar que ocupó el «Indio» Fernández, hace alrededor de setenta años, en el emblemático restaurante y bar Gato Negro, en el Parián de Tlaquepaque. «Mi tío abuelo, Felipe Pérez Martínez, fundador de Gato Negro, le platicaba a mis padres sus experiencias al frente del negocio, a su vez, mis padres, Julia Pérez Gómez (en la imagen con su hijo Daniel Rentería Pérez) y Cuauhtémoc Rentería Sánchez, me las han transmitido, soy la tercera generación que atiende la barra y el restaurante Gato Negro, y ahí está colgado —señaló con su dedo índice— el sombrero de charro que el ‘Indio’ Fernández regaló a mi tío abuelo Felipe Pérez Martínez».
Ingresar al «Gato Negro es conocer una cantina genuina, clásica, la que han sabido mantener sus propietarios casi igual como hace más de setenta años, desde su fundación, en el decenio de los años 1950: ya la barra, la contra barra, por encima de ésta, un gran espejo enmarcado; sus sillas, sus paredes cubiertas con azulejos, antigüedad que suma rica historia, que hoy la hace diferente a muchas, por su raigambre, por su servicio.
Daniel, recuerda: «Tras el fallecimiento de mi tío Felipe, el bar lo hereda mi tío Epifanio Pérez Martínez, quien le rentó a mi papá, y cuando fallece mi tío Epifanio, el Gato Negro, lo hereda mi mamá».
El nombre Gato Negro, nace porque, «antes estaba enfrente (en los portales) y lo conocían como Gato Negro, porque en el interior de la cantina o fuera de esta, se paseaba un gato negro. los clientes decían, ‘vamos a la cantina donde está el gato negro‘, la mascota era del propietario del lugar, a quien mi tío Epifanio le compró la cantina, y por la popularidad de nombrarla como la del gato negro, decidió ponerle ese nombre.
“La barra, de madera de palo fierro, es la original, la contrabarra también. Ahí, en nuestras sillas, se han sentado para ordenar un tequila, Antonio Aguilar, el actor Jack Nicholson, Gene Simmons de Kiss; Julieta Venegas, Silvia Pinal, el campeonísimo con Chivas, Tomás Balcázar; Toño Leaño, rector de la UAG; Marco Antonio Solís, Juan Gabriel. Aquí filmó su video Elías Medina, vino con su promotor, Pedro Rivera, papá de Jenni Rivera; el vasco Angel Aedo, director de mercadotecnia de Steren.
“Aquí el tequila es el que más se vende, ocupa el 60 por ciento de las ventas, el resto del porcentaje está repartido en las otras bebidas”.
Gato Negro restaurante y bar, Alvaro Obregón 40, el Parián, a metros de la Presidencia Municipal de Tlaquepaque. Teléfono 3635-0402. Abierto de 9 de la mañana a 2 de la mañana de lunes a domingo. Daniel Rentería Pérez, lo atiende personalmente de 9 de la mañana a 6 de la tarde. Revista101.com