Héctor Castro Aranda, texto y fotografía, enviado especial, Long Beach, California | Parte de viajar a distintos puntos turísticos es conocer sus barrios y lugares locales, como restaurantes y bares. El East Village Arts District, a una distancia cercana del centro de Long Beach, California, parte del condado de Los Ángeles, es una zona que se caracteriza por su ambiente artístico, ecléctico y bohemio. Aquí se encuentran distintas propuestas gastronómicas, galerías de arte, tiendas de vinilos, cafeterías y centros culturales, convirtiéndose en un atractivo tanto para visitantes como para locales. Sin embargo, no siempre fue así. En las décadas de 1980 y 1990, el East Village Arts District y otras áreas cercanas al centro de Long Beach tuvieron la reputación de ser zonas menos seguras. En las últimas dos décadas, estas áreas han experimentado un proceso significativo de renovación urbana y gentrificación.
Dentro de esta zona cultural se encuentra el Pike Restaurant & Bar, ubicado en la vistosa esquina de la 1836 East 4th Street. Este lugar fue testigo de la época violenta de la ciudad y su revitalización, superando la prueba del tiempo durante más de 25 años. Este restaurante combina un ambiente relajado y ecléctico con música en vivo, comida estilo «diner» y una decoración que refleja tanto la cultura punk como la marítima, características emblemáticas de Long Beach. Pike Restaurant & Bar es un lugar al que todos quieren ir, y estando allí, es difícil querer marcharse, gracias a su atractivo visual, su «menú musical» y su amplia oferta gastronómica. Entre sus especialidades destacan los auténticos tacos de pescado estilo Baja, sopa de tortilla con pollo, calamares fritos, una original interpretación de las alitas Buffalo, guacamole, sopa de almeja, sándwiches de pollo, langosta, camarón y roast beef, además de hamburguesas, pastas, fish and chips, y burritos.
Otro anfitrión culinario es su barra de bebidas, que ofrece coctelería de autor con sabores frescos y picantes, cocteles clásicos y una amplia variedad de cervezas de barril, tanto internacionales como locales.
El Pike Restaurant & Bar fue fundado por Chris Reece, quien fuera baterista de la banda Social Distortion entre 1984 y 1994. Como baterista, Reece aportó una base rítmica sólida y versátil, ayudando a definir el sonido único de Social Distortion durante su apogeo. A lo largo de su carrera, ha combinado su pasión por la música con su faceta empresarial, creando espacios que celebran la cultura musical y gastronómica. El Pike es una vívida vitrina del gusto y las vivencias de Chris Reece, decorado con memorabilia interesante de Social Distortion y música de distintas agrupaciones.
Revista101.com charló con Chris Reece en sus instalaciones:
—¿Cómo fue el comienzo?
—Este era un bar deteriorado que compré hace 25 años y lo convertí en un restaurante. Comencé a vender alcohol, puse rock and roll con una buena rockola y he estado aquí en esta esquina por más de dos décadas.
—¿Por qué aquí, en esta esquina? ¿Por qué Long Beach?
—Porque era barato, el mercado inmobiliario era accesible. Nadie quería Long Beach en ese momento. Estaba todo el movimiento del gangster rap, los pandilleros, los adictos; todo estaba grafiteado. Era un mal barrio, así que me mudé aquí por lo económico.
—¿Cómo era la vida antes de Pike en estas zonas de California?
—En aquellos años, tocaba rock and roll y ensayábamos cerca de aquí, a unas pocas cuadras. Sublime hacía fiestas en casas de esta zona. Éramos bandas de bar. La vida era económica; la renta era baja y vivíamos cerca de la playa. No necesitábamos un trabajo fijo porque era fácil vivir aquí.
—¿En qué momento decidiste abrir este lugar?
—Porque nadie lo quería. Era un «ghetto», un barrio bajo, como quieras llamarlo. Pero ¿dónde más un baterista de punk rock podría comprar su propio bar?
—¿Cómo ves los nuevos tiempos después de la pandemia?
Sobrevivimos a la pandemia. Estamos acostumbrados a la adversidad. Los punk rockers sabemos cómo enfrentar los golpes, ir contra las cuerdas y resistir.
—¿Crees que la música punk salvó vidas durante la pandemia?
—Oh, sí, sin duda. La contribución del punk rock ha sido muy terapéutica para muchas personas. Sobreviví a la depresión y la ansiedad gracias a eso.
—¿Como surgió el menú de The Pike?
—Estos son platillos que aprendí probando comida en el camino. Por ejemplo, fui a Inglaterra y comí fish and chips. Fui a Filadelfia y probé el cheesesteak. En el sur de California, comí tacos de pescado. Los tacos de pescado son famosos entre los surfistas de Baja California, y ellos los llevaron a San Diego. Hace 22 años, empecé a servir tacos de pescado aquí, y todavía ofrezco el mismo menú: alitas de pollo de Buffalo, platos famosos de varios lugares.
¿Cuándo fue la primera vez que probaste tacos?
—Cuando estaba en la escuela, solíamos tocar en San Diego. Mis amigos vivían en Ocean Beach. Los surfistas gringos iban a Baja, probaban mariscos y llevaron los tacos de pescado a San Diego. La primera vez que probé un taco de pescado fue en 1984, en Ocean Beach. Cuando abrí mi bar, decidí incluir tacos de pescado y mariscos en el menú.
¿Por qué el nombre «The Pike»?
—»The Pike» era un parque de diversiones en Long Beach, como el Coney Island de la costa oeste. Tenía montañas rusas, bares, mariscos, y era un lugar para bailar. Empezó en 1900 y duró hasta la Segunda Guerra Mundial. Aunque lo demolieron, decidimos mantener el nombre porque evocaba buenos recuerdos y felicidad.
¿Considerarías abrir «The Pike» en México?
—¿Por qué no? Me encanta México. Mi esposa es mexicana, de León. Tal vez en el futuro.
Othilia Montoya, esposa de Chris Reece y parte de la dirección de Pike Restaurant & Bar, comentó que ella está detrás de escena, trabajando con cerca de 15 trabajadores que atienden todos los sectores del lugar para que funcione. También nos compartió que conoció a Chris en un recital de Social Distortion en 1992; coincidieron, charlaron después del recital y la magia sucedió. Luego de cinco años, contrajeron matrimonio, y a él le gusta mucho viajar a México cuando visitan a sus familiares.