

No está claro, pero al parecer los esposos mantenían un acuerdo y un plan estructurado para satisfacer sus ambiciones personales. Para Otón era importante reforzar su poder e influencia, por lo cual parecería no ser un problema compartir a su mujer con su amigo de la infancia. El hombre más poderoso del mundo ya había quedado cautivado por la hermosura de Popea y Otón aprovechaba cada oportunidad para endulzar los oídos de Nerón, solía enaltecer las virtudes y habilidades de su esposa. Esto se desarrollaba en medida perfecta para Popea Sabina, pues el camino estaba trazado y la arribista mujer se encontraba preparada para ascender a lo más alto, obtendría acceso directo al emperador.
Los encuentros se dieron y Nerón se enamoró de Popea, quien de manera altiva terminaba por rechazarlo después de haber estado a lo mucho dos noches juntos. Nuestra astuta protagonista solía recordarle al emperador que estaba casada con su mejor amigo, Otón, de quien decía ser devota. Con esta estrategia Popea dejaba claro que no deseaba ser una amante más del princeps, ella deseaba la gloria absoluta. No le era suficiente compartir el lecho de Nerón, también quería compartir su trono. El panorama comenzó a aclararse para nuestra advenediza, pues el amo del imperio se deshizo de su amigo Otón, apartándolo de la corte y enviándolo a la lejana Lusitania como gobernador. Pero ante Popea Sabina aun se presentaban limitantes de peso que impedían su más grande ambición, convertirse en emperatriz. Tendría que concentrar todas sus habilidades para sortear dos obstáculos: Agripina y Octavia, madre y esposa del emperador respectivamente.
La sagaz y siniestra amante de Nerón consideró deshacerse primero del eslabón más fuerte y su principal rival, la matriarca. La autoridad de Agripina había sido inmensa durante mucho tiempo en la vida del princeps, cuestión que causó serias fricciones entre madre e hijo, algunas traumáticas. Mientras Agripina estuviera con vida las esperanzas de que Nerón y Octavia se divorciaran eran nulas y sabiendo que el emperador la amaba fervientemente, Popea Sabina se dedicó a presionarlo e instigarlo para que apartara a su madre de sus vidas. Es posible que para alguien con las ambiciones descomunales y frialdad de Popea Sabina el destierro fuese suficiente, pero para su satisfacción en la mente del emperador solo había una solución: el matricidio.
Inicialmente Nerón intentó asesinar a su madre fingiendo un accidente marítimo, de la manera más compleja y retorcida que podamos imaginar, cuando el plan fracasó y Agripina salvó la vida, el emperador actuó y envió a tres hombres a su hogar para asesinarla. Las fuentes presentan ciertas discrepancias ante este hecho, pero lo que está claro es que la persona con la sangre más azul de todo el imperio romano, Agripina la menor, murió en el año 59 d.C. Es evidente que el crimen cometido por el emperador no se debió únicamente a las presiones por parte de Popea, las tensiones entre madre e hijo fueron tan variadas como tormentosas y habían ocasionado un serio daño psíquico en Nerón.
Lo único que apartaba a Popea Sabina de su más anhelado objetivo era la débil Octavia y todo parecía indicar que el camino quedaría despejado pronto.
Continuará…
Fuentes
TÁCITO. The histories. Penguin Classics.
TÁCITO. The Annals of imperial Rome. Penguin Classics.
ROMM, James. Dying every day. Knopf
VANDENBERG, Philipp. Nerón. Ediciones B-Vergara
ROLDÁN, José Manuel. Césares. La esfera Revista101.com