
Héctor Castro Aranda, texto y fotografía | Ocho años pasaron desde la última vez que el español Miguel Bosé pisó el Auditorio Telmex, antes de alejarse de los escenarios. La sorpresa de su regreso con su Importante Tour dejó anonadados a sus fieles seguidores, quienes esperaban con ansias verlo en vivo nuevamente. El 27 de marzo, la intensidad del público se hizo evidente al agotar la taquilla del Auditorio Telmex y exigir una segunda fecha, que será el nueve de mayo.
Unos minutos después de las nueve de la noche, las luces se apagaron, y una serie de coristas que también fungían como bailarines, junto con los músicos, se posicionaron para darle la bienvenida a Miguel Bosé, uno de los artistas más importantes y relevantes de la historia de la música contemporánea en español. Bosé, de 68 años, mostró una presencia escénica fuerte y con carácter. Si bien los grandes pasos de baile quedaron atrás, su espectáculo está diseñado de una manera tan artística y conceptual que se convierte en toda una experiencia sensorial. Las luces, la pantalla, los movimientos suaves pero seguros, así como los vestuarios, añadieron un valor especial al recital. «Mirarte», un tema pausado, marcó el inicio de una velada inolvidable.
«Duende», «El hijo del Capitán Trueno», «Nena» y «Aire soy», fueron los temas que siguieron. Miguel Bosé siempre se ha preocupado por mantenerse vigente en cada década, compitiendo contra todas las corrientes musicales. Aunque actualmente no tiene éxitos en la radio, no necesita demostrar nada: ya está consagrado. Con esta gira, presenta un espectáculo acorde a su edad, pero con una producción que compite con la de artistas jóvenes. Por momentos, la puesta en escena nos recordó a un concierto de Peter Gabriel.
El público coreó temas como «Nada particular», «Olvídame tú» y «Amiga». Al llegar a la etapa final del show, los acordes de «Morena mía» y «Si tú no vuelves», transportaron a la audiencia a la época dorada del álbum Papito, uno de los más icónicos de su carrera. Aunque el espectáculo parecía llegar a su fin con Amante bandido, la entrega del público hizo que Bosé se quedara unos momentos más, cerrando la velada con la conmovedora , «Te amaré», su tradicional despedida con «Por ti» y agregando «Don Diablo».
Un tema que generó discusión fue si el español realmente cantó en vivo o no, ya que en giras pasadas y en entrevistas recientes su voz se escuchaba en mal estado. Sin embargo, en esta ocasión, todo sonó excepcionalmente bien. Tal vez se sometió a algún tratamiento, cirugía o simplemente cantó sobre pista; un misterio. Pero lo que es innegable es que Bosé, como todo un profesional, ofreció un evento de alta categoría en Guadalajara.