
Héctor Castro Aranda | Celebrar 40 años es propicio para reconocer una arquitectura de experiencias, vivencias y carácter, un conglomerado de habilidades que, si no lo muestran en el arte en cualquiera de sus disciplinas, se nota, se respeta y se toma con cariño. Simply Red ha llegado a las cuatro décadas, y se agradece que una agrupación tan peculiar como este conjunto británico siga presente y vigente con un concepto musical tan elegante, cautivador y extremadamente fino.
¿Pero qué hacer con cuarenta años de trayectoria? Lo que cualquier agrupación que le tiene respeto a su público haría: una gran gira para festejar con sus seguidores, quienes han sido los culpables de enaltecer el nombre de Simply Red. La gira mundial del 40 aniversario de los fundados en Mánchester sorprendió al iniciar este magnífico festín en México, con tres fechas agotadas en el Auditorio Nacional. La primera, el 27 de febrero, con 10 mil personas por día. Sin problemas, podían haber llenado un estadio, pero la fidelidad sonora que requiere Simply Red y su carismático líder, Mick Hucknall, hacía del coloso de Reforma el lugar idóneo para la garbosa verbena.
Con una puntualidad exacta, Simply Red salió al escenario. Mick Hucknall, sosteniendo su micrófono análogo con cable extenso, abrió con un tema muy jazzístico, «Sad Old Red». Los aplausos continuaron, pues pasaron nueve años para volver a tener al pelirrojo en nuestro país. «Jericho», la sorpresa de la noche. Al tercer tema comenzó la elevación, la energía que caracteriza al armado musical con «Money’s Too Tight (To Mention)». «The Right Thing» y «New Flame» nos elevaron a una catarsis monumental. Hucknall demostró que su voz sigue intacta. Con su inconfundible melena roja y sus ojos azules, Mick mantuvo su carismática presencia sobre el escenario. Su cálido acento de Mánchester creó una atmósfera acogedora, haciendo que el recinto pareciera un pequeño pub.
En «Thrill Me», Mick manejó el micrófono con destreza sobre un fondo de tres pantallas iluminadas en tonos rosa, azul y rojo. Fue un despliegue de clase y talento. Llegó el momento de «Stars», que para muchos es el tema más emblemático de los ingleses, provocó que el Nacional se pusiera de pie y cantara al unísono la música fabricada en ese momento.
Aunque Hucknall ya tiene 64 años, su presencia sobre el escenario transportó a la audiencia directamente a los años 80 y 90. La multitud se dejó llevar por la magia de la música. Pero fue con «Sunrise» y «Fairground» cuando el público enloqueció, levantando los brazos al cielo para cantar cada línea de una de las mejores canciones soul de todos los tiempos. Los solos de saxofón de Ian Kirkham hicieron que la energía no decayera en ningún momento, así como la veracidad en las cuerdas de la guitarra de Kenji Suzuki.
Mick Hucknall se mostró agradecido con su público mexicano; se le veía realmente disfrutando el concierto, como si fuera la primera vez que tocaba en tierras aztecas. El broche de oro lo pusieron «Something Got Me Started» y «Holding Back the Years», siendo un final apoteósico. Simply Red dio reverencia ante las 10 mil personas reunidas y se retiró. Los 40 años de esta gira continuarán por América Latina, con más de cinco fechas en Santiago de Chile, así como varias programadas en Brasil, incluyendo su único recital en un estadio: el Allianz Parque de São Paulo, donde reunirán a 50 mil personas, para luego partir al viejo continente con más de 20 fechas por toda Europa.
El 9 de marzo 2025 ,si Dios quiere cumpliré mi sueño de ver en vivo al espectacular SIMPLE RED