
Toño Distortion| 70000 Tons of Metal, marcó un antes y un después en los festivales de metal. Un enorme crucero lleno de bandas de metal en vivo y fanáticos en alta mar. La historia del 70000 Tons of Metal comienza con una visión revolucionaria: llevar el espíritu del metal a mar abierto. Esta idea nació de la mente del promotor suizo Andy Piller, conocido por ser uno de los pioneros en la organización de festivales internacionales de metal. Con años de experiencia y una pasión inquebrantable por el género, Piller se propuso crear un evento que fuera mucho más que un simple concierto: quería construir una comunidad global de metalheads navegando juntos en un crucero de lujo.

A lo largo de los años, el festival ha ampliado su capacidad y ambición. En sus últimas ediciones ha contado con más de 60 bandas y fans provenientes de más de 70 países. Su buque insignia es el Freedom of the Seas de Royal Caribbean, un coloso marítimo con capacidad para más de 3,000 pasajeros y todas las comodidades imaginables. Cada año, el itinerario varía, pero siempre mantiene el espíritu de libertad, música intensa y camaradería que lo caracteriza. El evento suele anunciar sus bandas gradualmente, aumentando la expectativa y generando una auténtica fiebre global entre los fans del metal. Muchos grupos ofrecen dos presentaciones distintas durante el viaje, lo que permite disfrutar de repertorios variados, sets temáticos o conciertos con rarezas exclusivas para los asistentes del crucero.
En más de una década, el 70000 Tons of Metal ha dejado de ser solo un evento para convertirse en una institución dentro del mundo del metal. Con una comunidad sólida, leal y global, ha demostrado que el metal no conoce fronteras… ni siquiera marítimas. Este festival flotante ha inspirado a otros eventos similares, pero ninguno ha logrado igualar su nivel de producción, curaduría musical y espíritu comunitario. Hoy, 70000 Tons of Metal sigue navegando como el titán absoluto del metal en los mares del mundo.
Las entradas para el 70000 Tons of Metal se venden en línea y suelen agotarse rápidamente. Existen diferentes tipos de camarotes, interiores, con vista al mar, suites, etc., y los precios incluyen alojamiento, comida y acceso total a todos los shows y actividades del festival. Aunque no es un evento barato, quienes lo han vivido aseguran que vale cada centavo por la intensidad y exclusividad de la experiencia. Además, el crucero ofrece todas las comodidades de un resort de lujo: restaurantes, bares, jacuzzis, spa, tiendas, gimnasio y una oferta de entretenimiento continua, todo mientras navega hacia destinos paradisíacos como Jamaica, República Dominicana o México. Este año saliendo de Miami y llegando a la coste norte de Haití, Labadee del 29 de enero al 2 de febrero de 2026. Los precios de los camarotes e información especifica se pueden obtener en su sitio oficial, 70000tons.com.
Revista101.com charló con Andy Piller, con el director y fundador de 70,000 Tons of Metal
—¿Son 60 bandas tocando en el océano?
—Sí, y no olvides que las 60 bandas tocan dos veces. Cada banda se presenta una vez en el trayecto de ida y otra vez en el de regreso. Así que, si te pierdes una presentación o hay otra banda tocando al mismo tiempo, tienes una segunda oportunidad. No hay otro festival en el mundo que ofrezca eso.
—¿Qué más puedes compartirnos que sea exclusivo del 70,000 Tons?
—Creo que lo que realmente nos distingue es que no hay backstage, no hay áreas VIP. Como tú lo viviste, porque ya has estado a bordo. Ya lo celebramos incluso en la terminal. Seas músico de la banda más grande o pasajero en la cabina más económica, todos pasan por la misma seguridad, el mismo check-in. Y algo pasa —seguramente lo experimentaste tú mismo— que es difícil de explicar. Lo tienes que vivir. Apenas cruzas la pasarela, algo ocurre en tu subconsciente y te das cuenta de que todos estamos, en el verdadero sentido de la palabra, en el mismo barco. Se genera un respeto mutuo entre los fans y los artistas, y viceversa. Las bandas pueden caminar libremente. Muchos fans me han contado historias como: “Conocí a Nergal en el elevador” o “Estaba en el jacuzzi con Joakim de Sabaton”. ¿En qué otro festival pasa eso?
—¿Las familias pueden asistir al evento?
—Sí, es una familia. La familia del heavy metal. Pero también tenemos familias reales. Hay gente que viene con sus padres y sus hijos. Conozco historias de personas que se conocieron en el crucero, no solo de países diferentes, sino de continentes distintos. Se casaron y ahora regresan al crucero con sus hijos. Es realmente una familia global. En el último crucero batimos un nuevo récord: 81 nacionalidades. Lo llamamos las Naciones Unidas del Heavy Metal.
—¿De qué nacionalidades asisten más al festival?
—Desde Sudáfrica hasta Nueva Zelanda, desde México hasta Canadá, desde Finlandia hasta Japón.
Y hablando de familias: hay una pareja de Trinidad y Tobago que vino por varios años. Un año dejaron de venir y pensamos que ya habíamos perdido a ese país. Al año siguiente regresaron ¡con su hijo pequeño! Y ahora, en el último crucero, ese niño ya ha estado tres veces. ¡También es un “Survivor de Oro”!
—¿Qué es un Survivor de Oro? ¿Es que después de asistir a tres cruceros te conviertes en “Gold Member”, en miembro dorado? ¿Qué beneficios tiene eso?
—Sí, obtienes descuentos. De hecho, después de asistir una vez, ya eres “Silver” y puedes reservar antes que los nuevos. Primero reservan los que han estado 10 veces, esos son “Black”, y ya hay casi 300 personas con ese estatus. Luego vienen los “Gold”, después los “Silver” y, por último, los nuevos. Pero si tú ya fuiste antes, puedes traer amigos. Las personas que compartan cabina contigo pueden ser nuevas, no importa.
—Entonces, el método es: después de ir tres veces, te vuelves “Gold Member”. Tienes ventajas, descuentos y puedes reservar primero las mejores cabinas, porque esto se agota muy rápido.
—Exacto. A veces hay cancelaciones, pero normalmente el barco se llena en una o dos semanas. Y es curioso: el barco se llena desde abajo y desde arriba, es decir, se venden primero las cabinas más lujosas y las más económicas.
—¿Cómo funciona la camaradería en el crucero 70,000 Tons of Metal?
—Haces amigos de todo el mundo. Incluso si no conoces a nadie, te vas a casa con amistades de todas partes. Y como ya dijimos, no hay zonas VIP, no hay separación. Todos estamos en el mismo barco.
Y también está el tema de la cantidad de músicos a bordo. Es una verdadera experiencia VIP para todos. Ese fue mi concepto desde el principio. Empezamos en un barco más pequeño, donde solo podíamos vender 2,000 boletos, y yo quería tener una proporción de no más de 10 fans por cada músico.
La mayoría de las bandas tiene cinco músicos, aunque algunas, como las de folk metal, pueden tener hasta 10 o 12. Así que, con 2,000 boletos, necesitábamos 40 bandas, 200 músicos. Ahora vendemos 3,000 boletos, así que necesitamos 60 bandas, 300 músicos. La proporción sigue siendo 1 a 10. Y donde sea que estés en el barco, a la izquierda o a la derecha, hay algún músico conocido caminando contigo.
—Ahora cuéntame sobre las bandas. ¿Cómo se eligen? ¿Cuál es el mecanismo? ¿Aplican, te escriben?
—En última instancia, yo soy quien arma el cartel, pero tengo un equipo de producción que me ayuda. También recibimos muchas solicitudes de bandas. Algunas nos escriben directamente, otras a través de sus agentes. Incluso los fans pueden sugerirnos bandas. Siempre estamos abiertos a sugerencias.
—¿Cuáles han sido algunos de los momentos más memorables para ti en todos estos cruceros?
—Hay muchos. Creo que uno de los momentos más emotivos fue cuando tuvimos a Uli Jon Roth. Estábamos en el teatro, que tiene un escenario impresionante, y él tocó un solo increíble. Había una energía mágica en el ambiente. Me dio escalofríos. Y luego miré alrededor y vi que los fans estaban llorando… ¡literalmente llorando! Eso fue muy, muy especial.
—¿Qué nos puedes contar de los músicos? ¿Qué te han dicho sobre la experiencia?
—A los músicos les encanta. Muchos nos dicen que este es su festival favorito. Porque no solo se trata de tocar, también es una especie de vacaciones para ellos. Algunos incluso traen a sus familias. Están en un ambiente relajado, pueden convivir con los fans sin sentirse acosados. Y lo más importante: están entre amigos, entre colegas. Y eso crea una vibra increíble.
—¿Qué nos puedes contar del futuro del crucero? ¿Algo que se viene? ¿Planes nuevos?
—Bueno, siempre estamos buscando mejorar la experiencia. No puedo revelar mucho ahora, pero tenemos algunas sorpresas para la próxima edición. Algunas bandas que nunca han tocado con nosotros antes. Y otras que regresan porque el público las pide año con año. Además, nos encanta innovar en los escenarios. Siempre estamos mejorando el sonido, las luces y todo lo que hace que la experiencia sea inolvidable.
—¿Qué le dirías a alguien que nunca ha estado en el crucero y lo está pensando?
—Que se anime. No hay nada como esto. Si amas el metal y quieres vivir algo verdaderamente único, esto es para ti. No importa si vas solo ,vas a hacer amigos. No importa si eres joven o viejo, tenemos fans de todas las edades. Es la experiencia de tu vida. Y créeme… una vez que lo vives, quieres volver cada año.