
La famosa cadena de restaurantes Hooters, símbolo de la cultura pop estadounidense por décadas, se ha acogido al Capítulo 11 de bancarrota en Estados Unidos. Sin embargo, sus fundadores aseguran que este no es el final, sino el comienzo de una nueva etapa para revitalizar la marca.
Hooters of America anunció oficialmente que ha iniciado el proceso de bancarrota bajo el Capítulo 11 de las leyes estadounidenses, lo cual permite a las empresas reorganizar sus finanzas para seguir operando. Como parte de este proceso, la compañía planea vender los 100 restaurantes que actualmente administra directamente a dos grupos de franquiciatarios ya establecidos en las regiones de Tampa, Florida, y Chicago.
Ambos grupos operan colectivamente más de un tercio de los locales franquiciados en Estados Unidos, lo que representa una estrategia para consolidar operaciones en manos de empresarios con experiencia comprobada en la gestión de la marca.
Hooters no es la única cadena en dificultades. En meses recientes, otras empresas del sector como Red Lobster y BurgerFi también se han declarado en bancarrota. Los altos costos de alimentos, la inflación salarial, y los cambios en los hábitos de consumo han afectado fuertemente a las cadenas de comida rápida y casual en todo el país. Además, Hooters ha enfrentado críticas y demandas legales por discriminación racial y de género, afectando su reputación y clima laboral. En 2023, la empresa cerró decenas de sucursales, atribuyendo la decisión al incremento en los gastos operativos y a la necesidad de ajustar su estructura para enfrentar los retos del mercado.
Pese a los rumores, Hooters no desaparecerá del mapa gastronómico estadounidense. La empresa declaró que continuará operando normalmente mientras atraviesa el proceso de reestructuración, el cual se espera finalice en un plazo de entre 90 y 120 días.
“El anuncio de hoy marca un paso fundamental en nuestros esfuerzos por reforzar las finanzas de Hooters y continuar ofreciendo la experiencia única de hospitalidad que nuestros clientes esperan”, explicó Sal Melilli, CEO de Hooters of America, en un comunicado oficial. Aun así, la empresa admitió que está revisando su huella operativa, lo cual podría llevar al cierre de algunas sucursales adicionales en el corto plazo.
Uno de los aspectos más relevantes del proceso de reorganización es que el grupo comprador incluye a los fundadores originales de Hooters, entre ellos Neil Kiefer, actual CEO del grupo franquiciatario Hooters Inc.“Durante muchos años, Hooters estuvo en manos de fondos de inversión sin conexión real con la esencia de la marca”, declaró Kiefer.“Este es el momento de recuperar la visión original, adaptándola a los tiempos modernos”.
La nueva dirección busca rejuvenecer la imagen de Hooters y hacerla más amigable para toda la familia, alejándose de la polémica estética que la hizo famosa en los años 1980 y 1990. En entrevista con Bloomberg, Kiefer adelantó que el plan de relanzamiento incluye ajustes en el menú, en la imagen corporativa y en el concepto de atención al cliente, sin perder la identidad histórica de la cadena.
La estrategia de los fundadores se centra en “volver a las raíces” de Hooters, reforzando lo que siempre funcionó, la calidad de sus alimentos, la atmósfera relajada y el espíritu divertido, pero eliminando los elementos que ya no conectan con las nuevas generaciones. “Nuestros icónicos restaurantes seguirán operando. Hooters no se va. Esta es una nueva etapa con una visión renovada”, concluyó la empresa en su comunicado.