
Héctor Castro Aranda, texto y fotografía. Fatto, en la colonia Americana, aperturó sus puertas en octubre del año pasado, agregándose a la lista de espacios gastronómicos interesantes de la ciudad. Más que un restaurante, es una declaración de principios: una cocina noble, honesta y profundamente emocional que toma como base la tradición italiana, pero que se atreve a salirse del guion con una interpretación personal que incorpora ingredientes, técnicas y sensibilidades mexicanas. El resultado es una experiencia culinaria única, donde cada bocado cuenta una historia, despierta memorias y abre nuevas posibilidades para el paladar. Fatto destaca por su honestidad y originalidad. No intenta replicar Italia al pie de la letra ni disfrazar ingredientes nacionales: los integra con respeto y creatividad, creando un lenguaje propio que dialoga entre dos culturas.
Revista101.com charló con Luis Vázquez y Diego Palla, directores de Fatto.
—¿Cómo se conceptualiza Fatto?
—Fatto nace de dos personas que llevan ya 12 años cocinando: Luis y Diego. Nos conocimos en la universidad y, posteriormente, cada quien hizo su carrera por su cuenta dentro de la cocina en distintas partes. Nos reencontramos hace un año en las costas de Nayarit. Terminamos nuestras labores donde estábamos desempeñándonos y decidimos conceptualizar la idea de Fatto. Así que regresamos a Guadalajara.
Fatto es un restaurante sin pretensiones, con una cocina que refleja lo que a nosotros nos gusta. No es compleja, es sencilla, con técnicas que disfrutamos usar cuando cocinamos. Fatto es el lugar al que nos gustaría ir como comensales. Elegimos la cocina italiana porque nos parece bastante digerible para el público. El concepto se construye de forma integral: desde la música. somos melómanos, hasta la selección de vinos, que no son necesariamente etiquetas lujosas, pero sí bien seleccionadas para maridar con nuestro menú. Además, el servicio es muy genuino, atento y nada invasivo.
—¿Gastronomía?
—Nos basamos en íconos italianos presentados con nuestra interpretación. Somos mexicanos a los que nos apasiona ese estilo de cocina. Lo que buscamos es ofrecer al comensal nuestra versión de la gastronomía italiana. Los sabores y preparaciones están presentes, pero hechos a nuestro modo.
Una de las filosofías de Fatto es consumir productos locales y combinarlos con buena técnica para que el resultado final sea delicioso. Aquí le damos la vuelta a muchos platillos; siempre buscamos una opción “B”. Por ejemplo, el pesto que hacemos es nuestra versión: los mismos elementos, pero con una adición mexicana, como el cilantro, o sustituimos el parmesano por queso Cotija. Nuestro menú incluye pastas como la bucatini amatriciana, que lleva pancetta, queso maduro y cebollín; pizzas con masa madre, biga reposada por 24 horas y una mezcla de quesos italianos (cuatro opciones disponibles); lasaña, ensaladas, carpaccio, ternera de costilla, roulade de pollo y pesca del día. Contamos con solo tres postres, pensados para todo tipo de paladar: tiramisú, tarta de queso y cioccolato (mousse, ganache, streusel y aceite de oliva).
—¿La barra de Fatto?
—La barra de Fatto es un acompañamiento notable para el resto de la experiencia. Servimos tragos de baja graduación en una dinámica fresca y contundente. Todo se prepara al día. Ofrecemos vinos tintos, blancos, espumosos y rosados; kombucha; cervezas artesanales con y sin alcohol; sodas italianas. En coctelería: spritz, carajillo, Campari Tonic, Vermouth, hidromiel y cold brew.
—¿Qué significa Fatto?
—Significa “hecho” en italiano. Tiene una historia bonita: prácticamente nos abandonaron en nuestras antiguas unidades de negocio. Veníamos resentidos, ya que creemos que la industria puede ser diferente y que todos somos parte de esto. Merecemos un trato digno y la capitalización de un concepto. Siempre dijimos que algún día lo haríamos. La experiencia que acumulamos a lo largo de estos años nos dio el pie para lograrlo. Nos gustó la palabra, porque tiene un mensaje: habla de materializar nuestro proyecto. Resume nuestra intención y convicción.
Fatto; Progreso 519, colonia Americana. Abierto lunes y martes de 5 de la tarde a 11 de la noche. Miércoles cerrado. Jueves a sábados de 5 de la tarde a 12 de la noche. Domingos de 2 de la tarde a 6 de la tarde.