
Héctor Castro Aranda, enviado especial, Pasadena, California, texto y fotografía | La mejor música es la que nace del corazón y de la verdad, interpretada por músicos con gran talento y una visión poderosa para darle vida. Considera entonces a cuatro ingleses que tocan música electrónica con tanta pasión y destreza que reciben elogios en todo el mundo por su sonido constantemente fresco dentro de la nueva ola. Orchestral Manoeuvres in the Dark (OMD) demostraron precisamente ese talento en su debut en el Festival Cruel World, que se celebró el 17 de mayo en los pastos del Rose Bowl en Pasadena, California.
OMD ofreció el regalo del new wave y el post punk, así como en el synth pop, alineados como cuarteto al frente del escenario, al estilo de Kraftwerk, el revolucionario grupo que influyó profundamente en el trabajo de OMD. El líder, vocalista y bajista Andy McCluskey, subió al escenario invitando a todos a unirse a su presentación, dio la bienvenida y comenzó «Electricity» de 1980. Y de bailar a lo romántico con «Secret», con la voz del socio de Andy, Paul Humphreys. La música de OMD ha sido por más de cuatro décadas del gusto colectivo y aún siguen sorprendiendo a quienes no captaron el mensaje durante todo ese tiempo.
OMD arrasó en el Cruel World, con once temas potentes que lograron sorprender incluso al Los Angeles Times, ¡aunque esto es exactamente lo que McCluskey y Humphreys, han estado haciendo constantemente durante años! El LA Times elogió la actuación de OMD como “una favorita inesperada” y destacó su “alta energía” y Revista101.com, lo confirma ya que los ha presenciado en tres ocaciones anteriormente. la banda simplemente mantuvo su altísimo nivel habitual. Parte del éxito se debió a su capacidad escénica; Andy jugó con las cámaras e interactuó con el público, que bailó y agitó las manos encantado con cada una de sus sugerencias, Andy a sus 65 años, no le duele ninguna articulación y se paseaba por el escenario como si en los 1980 se sintiera.
OMD claramente disfrutó la cálida reacción del público Paul Humphreys, con su aire de profesor, irradiaba felicidad mientras recibía el cariño del público, y brilló al tomar el protagonismo vocal en clásicos como “(Forever) Live and Die” de The Pacific Age de 1986. La calidez de Paul fue igualada por sus compañeros. El baterista Stuart Kershaw fue un dínamo entusiasta mientras desplegaba el poder rítmico del catálogo de OMD. Destacó especialmente en los paisajes sonoros con el tema dedicado a Juana de Arco, “Joan of Arc (Maid of Orleans)”, del aclamado álbum Architecture and Morality de 1981. La banda interpretó estas piezas una tras otra a mitad del concierto. Stuart marcó el tono con la primera, una canción pop asimétrica que captura el romance majestuoso de los mejores temas de OMD; encendió al público cuando el ritmo explotó con «Talking Loud and Clear».
«Talking Loud and Clear», sonó con fuerza, romanticismo y profesionalismo, los más de 30 mil reunidos cantaron al unísono. OMD se volcó en el poder y la pasión de “Enola Gay”, un tema de su segundo álbum que es una de las mejores canciones pop jamás grabadas. La inteligente, aunque oscura letra y la melodía, capturan a OMD en su mejor forma, destacando la mezcla de elementos que les da alma.
Orchestral Manoeuvres in the Dark apenas comienza su gira por Estados Unidos este 2025, así que sí tiene oportunidad vaya a verlos en vivo. No es ninguna sorpresa: OMD aún conserva el poder y la pasión que los mantiene en la cima y siguen trabajando su más reciente producción de finales de 2023, Bauhaus Staircase, es un monumento a lo que han hecho durante años pero con un toque fresco, de actualidad, de hoy.