
Marco Galván | El tiempo de nuestra vida es lo más valioso que tenemos… ¡Regresa, regresa! Ese lamento de arrepentimiento puede llegar si no se invierte de forma inteligente en algo que te reconforte y se atesore en tu mente, en tu corazón de metal. Queensrÿche en vivo, grabado en el “Nihon Seinenkan” de Tokio, Japón, en el año 1984. Este video fue un producto lanzado por EMI AMERICA en 1985, en los formatos Betamax y VHS. Años más tarde fue editado en LaserDisc, y también circularon algunas copias en DVD, al parecer piratas, las cuales son muy difíciles de encontrar, no se diga los formatos anteriores. Esperamos que quien tenga los derechos del video se digne a compartirlo y remasterizarlo.
Uno de los mejores 50 minutos que puedes invertir es en este fascinante concierto. Este documento videográfico muestra a la banda en la cima, con 10 canciones memorables, en un escenario moderadamente pequeño, antes de alcanzar la super fama mundial. Encontrarás a una banda única, diestra y sorprendentemente madura, a pesar de estar apenas en sus inicios, con un EP y su primer álbum. Es como ver a un niño que recibe sus regalos de Navidad y sentir ese gozo inalterado, lleno de fascinación y alegría.
En esta recomendación musical no quisiera desglosar las canciones, porque este concierto está hecho para vivirse, como si hubieras estado ahí, sudando en la primera fila, sintiendo el calor de los reflectores, el poder, la energía, la explosión de los beats de la inmensa batería cambiante. Te invito, además, a analizar la complejidad musical: la batería con sus múltiples componentes no usuales y la destreza de su ejecución; la pericia en las guitarras, ya que ambos guitarristas son líderes, es decir, ambos requintean; y la maestría en los coros y su amalgama. En especial, pon atención al nacimiento de un ícono del rock: el cantante Geoff Tate, de 25 años, con su fina voz, su rango, potencia y su expresión teatral. Geoff, el señor oscuro de Seattle, está en su mejor momento: porte físico, manejo de tesituras, resonancia nasal y voz de pecho. El balance de sonido te pondrá los ojos como los de los japoneses asistentes: atónitos, energéticos y entregados.
Destaco que mi canción favorita siempre será “Take Hold of the Flame”, ya que cuenta con un cambio de melodía de forma lujosa, con una voz abrazadora enfocada como un láser que controla cada paso y nota musical. Por otro lado, hago una invitación a apreciar la presencia escénica de la banda: sus posturas al tocar, siendo un punto clave de la actitud en una verdadera banda de rock; melenas de león inmensas, derrochando el control del macho alfa; con un vestuario ochentero postapocalíptico como era la costumbre: lleno de cuero, estoperoles, cadenas y coreografía.
Experimentarás a una banda muy creativa, con una música progresiva adelantada a su época. Por algo, Queensrÿche ha sido una fuerte influencia y un punto de referencia para muchas bandas posteriores. Si eres fan del metal, o si no lo eres, vale la pena ver a esta increíble banda. Y si te gusta, busca una copia para tu colección. Por otro lado, si no los conoces, pero te gusta el canto y el virtuosismo musical, créeme: vale la pena ponerles atención. ¡TE RETO! Y en verdad te invito a ver el concierto completo en el siguiente link de YouTube. A mí aún se me eriza la piel de verlo o de escuchar sus primeros discos.