
Con una presencia auténtica y profundamente enraizada en sus tradiciones culinarias, Yucatán brilló como invitado especial en la undécima edición de Sabor es Polanco, el festival gastronómico más importante de México. Esta participación marca el inicio del ambicioso plan del Gobierno del Renacimiento Maya, encabezado por Joaquín Díaz Mena, para consolidar al estado como la Capital Iberoamericana de la Gastronomía Precolombina 2025, distinción otorgada por la Real Academia de Gastronomía Española.
Realizado los días 17 y 18 de mayo en los jardines del Campo Marte, en Ciudad de México, Sabor es Polanco 2025 reunió a más de 70 restaurantes, 500 platillos y 160 expositores del mundo culinario. En este contexto, Yucatán destacó por su propuesta integral, al llevar al corazón del país lo mejor de su riqueza gastronómica, tanto tradicional como de vanguardia. Dos propuestas icónicas representaron a la entidad: Pueblo Pibil, restaurante de Tixkokob, con su Antojería Yucateca, reflejo de la cocina enterrada y el respeto por las técnicas milenarias. La Casona de los Cedros, ubicada en Espita, uno de los siete Pueblos Mágicos del estado, bajo la dirección del chef Jorge Ildefonso, con una propuesta de cocina contemporánea que exalta ingredientes endémicos con sofisticación y sensibilidad creativa.
Ambos exponentes ofrecieron más de 6,000 degustaciones elaboradas con 300 kilos de ingredientes, generando una conexión única con los miles de asistentes que disfrutaron de platillos auténticos, preparados al momento con técnica impecable y una fuerte carga simbólica.
Además de los platillos, el stand de Yucatán presentó productos artesanales de gran valor gastronómico y cultural. Entre ellos destacaron: La miel melipona de Queen Bee Honey, proveniente de abejas nativas sin aguijón, reconocida por su sabor, propiedades medicinales y relevancia ecológica. El licor de naranja agria Chan Antonio, desarrollado por emprendedores jóvenes de la región, que sorprendió por su frescura y sabor único. Ambos productos fueron ofrecidos en degustaciones y catas que ayudaron a contar historias de territorio, identidad y sustentabilidad. Todo el espacio estuvo cuidadosamente decorado con piezas de artesanos yucatecos, fortaleciendo el vínculo entre la gastronomía y las expresiones culturales de la entidad.
La noche previa al festival, se realizó una cena de gala en honor al chef Ricardo Muñoz Zurita, figura clave en la documentación y promoción de la gastronomía mexicana. En el menú de cuatro tiempos, el chef Pedro Evia, considerado embajador de la cocina yucateca, participó en el segundo tiempo con un platillo representativo del estado, que fue aclamado por los presentes, entre los que se encontraban Ignacio Alarcón Rodríguez, presidente nacional de CANIRAC, y Claudia González Góngora, titular de la delegación Yucatán.
La participación de Yucatán en Sabor es Polanco no solo fue una muestra de su poder gastronómico, sino una declaración clara de intenciones: hacer del 2025 un año histórico para su posicionamiento internacional. El título de Capital Iberoamericana de la Gastronomía Precolombina, otorgado en enero durante la Feria Internacional de Turismo de Madrid, representa una oportunidad única para celebrar, preservar y proyectar la riqueza de su herencia culinaria. Esta distinción reconoce no solo los sabores y técnicas ancestrales , como el pib, la cocción en horno subterráneo, sino también la evolución de una cocina que, sin perder su esencia, se adapta a las nuevas corrientes creativas y sostenibles de la gastronomía contemporánea.
Con el liderazgo de la SEFOTUR, dirigida por Darío Flota Ocampo, y una política estatal que impulsa la identidad gastronómica como activo turístico y cultural, Yucatán inicia una nueva etapa de posicionamiento internacional, con eventos, rutas gastronómicas, formación profesional y promoción del talento local como pilares fundamentales. La presencia del estado en Sabor es Polanco marca un punto de partida para un año lleno de sabores, saberes y reconocimiento global, donde la cocina yucateca se convierte en embajadora del México profundo, ancestral y moderno al mismo tiempo.