
Héctor Castro Arada | Con la certeza de que “los cuarenta son los mejores años de la vida”, el Festival Internacional de Cine en Guadalajara (FICG) dio inicio a su edición número 40 con una emotiva gala de inauguración que reunió a personalidades nacionales e internacionales del cine, consolidando su papel como el encuentro cinematográfico más longevo e influyente de México. La celebración, que marca el inicio de las actividades del festival del 6 al 14 de junio, convirtió la Alfombra Roja del Conjunto Santander en un desfile de talento. Figuras como Dolores Heredia, Juan Antonio Bayona, Manolo Caro, João Gonzalez, Eugenio Caballero, C. Tangana, Yerai Cortés y Tania García fueron protagonistas de una noche que se convirtió en una reafirmación del poder transformador del cine.
La gala comenzó con la ya tradicional proyección del FICG Minuto, una pieza audiovisual de 60 segundos que este año transformó al festival en un ser mitológico: un centauro ideado por el caricaturista José Ignacio Solórzano “Jis”. Una metáfora viva del cine como criatura poderosa, que muta, dialoga y se impone frente a los retos del tiempo. Tras esta apertura simbólica, Andrés Zuno presentó un videomensaje de la rectora de la Universidad de Guadalajara, Karla Planter Pérez, quien elogió al festival como uno de los proyectos culturales más importantes de la institución y un referente imprescindible para el cine iberoamericano. “Hace 40 años esto comenzó como una pequeña muestra, hoy es una fuerza transformadora para nuestra ciudad”, señaló Zuno, destacando la evolución del FICG como motor de identidad, industria y proyección global para el cine latinoamericano.
Uno de los momentos más sentidos de la noche fue el homenaje a la actriz Dolores Heredia, quien recibió el Mayahuel de Plata por su extraordinaria trayectoria artística. Con más de 60 largometrajes y un legado notable en cine, televisión y teatro, Heredia emocionó al público con un discurso donde celebró sus propios 40 años de carrera artística, en un paralelismo conmovedor con la edad del festival. “Estamos aquí, contando historias para entretenernos y dejar algo en el alma del espectador. El mundo se está cayendo a pedazos, y nosotros seguimos resistiendo con cine”, expresó la actriz, visiblemente conmovida, en una declaración que sintetiza el espíritu resiliente del gremio cinematográfico.
También fue reconocida la productora Mónica Lozano, figura clave del cine nacional, con el Homenaje Mayahuel Industria FICG. Su nombre está detrás de títulos emblemáticos como Amores Perros y No se aceptan devoluciones, y su visión empresarial ha sido esencial para llevar el cine mexicano a escenarios internacionales. “Dicen que los cuarenta son los mejores años de la vida. Le deseo al festival muchos más, y que nunca dejemos de maravillarnos frente a la pantalla”, compartió Lozano al recibir la estatuilla de manos de Estrella Araiza, directora general del FICG.
El cineasta español Juan Antonio Bayona fue homenajeado con el Mayahuel Internacional por una carrera que ha dejado huella con obras como El orfanato, Un monstruo viene a verme y La sociedad de la nieve. Bayona, emocionado, rememoró su paso por Guadalajara hace 25 años y agradeció el reconocimiento al tiempo que bromeó sobre ser ya “un hijo bastardo de esta ciudad”.Uno de los momentos más íntimos de la noche fue la interpretación de “Los almendros” a cargo de Yerai Cortés y Tania García, una antesala sonora de la película La guitarra flamenca de Yerai Cortés, dirigida por C. Tangana (Antón Álvarez), que abrirá las funciones de las Galas a Beneficio. La pieza musical transportó al público a un espacio emocional profundo, mostrando cómo el cine y la música convergen para contar historias.
La edición 40 del FICG tiene como país invitado de honor a Portugal, una alianza que busca fortalecer los lazos entre las cinematografías iberoamericanas. En representación del Instituto do Cinema e do Audiovisual (ICA), Luís Chaby Vaz subió al escenario para destacar la riqueza y libertad del cine portugués. “El cine portugués tiene un trazo único, diverso, hecho de libertad. Esa libertad debe ser protegida”, señaló Vaz, destacando la importancia de preservar la independencia creativa frente a los desafíos contemporáneos.
El cierre de la ceremonia estuvo a cargo de los hermanos Roy y Arturo Ambriz, directores de Soy Frankelda, la primera película mexicana de animación realizada en stop motion. Acompañados por figuras a escala de los personajes, los cineastas presentaron la cinta inaugural, una producción artesanal que es también una declaración de amor a la narración fantástica. Ambientada en el México del siglo XIX, la película sigue a una escritora ignorada por el mundo real pero celebrada por los monstruos de su imaginación, enfrentándola a su subconsciente y al poder de sus propias palabras. Soy Frankelda es, además de un hito técnico, una apuesta estética que pone en alto la creatividad mexicana en el cine de animación.