Adan Martínez texto, Miguel Gonzalez, fotografía | La cita fue el viernes 13 de octubre en el Guanamor Teatro Studio, se esperaba el regreso de una leyenda del hardcore punk: Black Flag, sí, esa banda que durante los 70s y 80s hizo bastante ruido con sus 3 icónicos vocalistas en sus distintas etapas: Keith Morris, Ron Reyes y, por supuesto, Henry Rollins. Ahora era momento de revivir viejos tiempos. Tras 2 recientes visitas de la banda en 2019 a diferentes ciudades del país y 2022 en el festival Hell and Heaven en la Ciudad de México, ahora con los integrantes: Harley Duggan en el bajo, Carlos Wiley en la batería, la leyenda del Skateboarding Mike Vallely en la voz y el mítico Greg Ginn en la guitarra, siendo este el único miembro original desde la fundación de la banda. Se prometía un gran espectáculo, más de dos horas de música, un álbum completo (My War) y sus canciones más memorables como encore se anunciaba en el flyer del concierto.
A diferencia del recital en el Foro Independencia hace cuatro años, donde los boletos volaron como pan caliente, en esta ocasión a una pésima gestión publicitaria, la taquilla no supero las 100 personas. Los asistentes se encontraban en el lugar bebiendo y comiendo, esperando a las leyendas del hardcore. No se sabía si alguien iba a abrir el show de la banda, pero la pregunta fue respondida pues de repente 4 personas hicieron aparición en el escenario, era Black Flag. Tras un breve sound check, los instrumentos sonaron y la energía cubrió todo el lugar. La primera canción en sonar fue «My War», la gente respondió con gritos y emoción, un tema icónico de la banda digno para abrir un show de este calibre. Después sonó la clásica «Can’t Decide», la audiencia bailó en el mosh pit y cantó con mucha energía. Las canciones que siguieron hasta llegar a «Scream», la última canción del álbum, durante la interpretación de este disco se pudo apreciar mucha improvisación por parte de los músicos, alargando las canciones y tocándolas con arreglos y fills para ambientar un poco más.
Al terminar esta canción, la banda salió del escenario; al parecer, se iban a tomar un descanso para ir por un trago o al baño antes de seguir con la siguiente parte del show. La gente se alejó un poco del escenario y fue hacia la barra o simplemente a conversar o pasar el tiempo. Lo que prometieron fue cumplido. Black Flag tocó cada una de las canciones del disco «My War» y ahora seguía la segunda mitad. Los músicos se subieron al escenario e inmediatamente Greg hizo sonar el riff de «Nervous Breakdown», la gente enloqueció y comenzó a bailar en el pit y a cantar a todo pulmón. Inmediatamente y sin parar, siguió uno de los temas más icónicos de la banda, «Fix Me», al cual la gente respondió con mucha emoción.
Consecuentemente, el concierto fue progresando cargado de temas clásicos de la banda entre los cuales se pueden mencionar «Black Coffee», «Gimme, Gimme, Gimme», «Jealous Again», «TV Party» y «Rise Above», donde hubo mucho crowd surfing, slam y goce por parte de la audiencia. Durante el show, Mike tomó el micrófono para agradecer a los asistentes y para conectar con el público a través de sus palabras. La última canción fue «Louie Louie», un cover de Richard Berry, dándole un buen cierre a su paso por Guadalajara, entregando un show enérgico, largo y digno de unas leyendas vivientes del hardcore punk. Para finalizar, algo que fue motivo de alegría para muchos es que los 4 miembros de la banda bajaron del escenario hacia los asistentes para hacerse fotos y conversar, algo que realmente es de respetar, mostrando su sencillez y entrega con el público y respeto por el mismo.