Héctor Castro Aranda, texto y fotografía| Con una carrera de más de 55 años, Los Tigres del Norte se han mantenido en la vigencia como uno de los grupos más queridos en México y en habla hispana, prácticamente siendo Los Rolling Stones del género norteño. El conjunto de los hermanos Hernández, provenientes de Mocorito, Sinaloa, ha hecho todo habido y por haber, llenar estadios en varios países, haber sido de los primeros norteños en tocar en un festival de rock y ganadores del Grammy. Los Tigres del Norte son simplemente Los Tigres del Norte, siempre llenando y siempre alegrando a sus seguidores y sobre todo nunca dejando de sacar nuevas producciones musicales. «Pan y Miel» será su próximo nuevo disco con el que se encuentran girando, y esta gira se juntó con la pasada de la Reunión; no han descansado prácticamente.
Los Tigres regresaron a Guadalajara el primero de diciembre en el Auditorio Telmex, ante nueve mil personas. Con una nueva puesta en escena, salieron a escena cerca de las 9:15 de la noche con el tema «La camioneta gris» y continuaron con «Mi buena suerte», «El rengo del Gallo giro», «La rutina», «Ni parientes somos». Las peculiares voces de Jorge Hernández en el acordeón y Hernán Hernández en el bajo, rondando los 70 años de edad, con una energía envidiable y haciendo retumbar el Telmex. Los grandes clásicos continuaron con «La mesa del rincón», «Pacas de a kilo», «La reina del sur», «Pedro y Pablo». Posteriormente, hicieron cerca de una hora de mariachi, algo inusual con Los Tigres, y aprovecharon para homenajear a Vicente Fernández. Al terminar la hora de mariachi, regresó el norteño con «Jefe de Jefes», «La puerta negra», «Manzanita», «América», «Golpes en el corazón», ya pasando las tres horas de concierto. Comenzaron con las peticiones que les hacían llegar los presentes por medio de papelitos y comenzaron con «La boda», «Señor locutor», entre otros, llegando a poco más de cuatro horas de puro poder norteño.