Marco Galván | A lo largo de su vida, Max Cavalera ha demostrado ser un músico sumamente prolífico y productivo. Desde sus inicios en la emblemática banda SEPULTURA, ha participado en diversos proyectos, como «Soulfly», «Cavalera Conspiracy» con su hermano Iggor, «KILL OR BE KILL» con Greg Puciato de «DILLINGER ESCAPE PLAN», y su más reciente colaboración con su hijo bajista Iggor Amadeus en «GO AHEAD AND DIE». Sin embargo, la piedra angular que lo impulsó a salir de la zona de confort de SEPULTURA fue la banda «NAILBOMB», concebida en 1993 durante la gira promocional del álbum «Chaos A.D.», en colaboración con Alex Newport de la banda de rock noise «FUDGE TUNNEL».
Inicialmente, la banda iba a llamarse Hate Project and Sickman, pero finalmente se cambió a NAILBOMB. En 1994, lanzaron su único álbum de estudio titulado «Point Blank» a través del sello discográfico Roadrunner, convirtiéndose en un álbum de culto con una mezcla brillante de electrónica industrial y base de thrash metal. La portada del álbum destaca una fotografía de una militante del Vietcong apuntada por un soldado americano, encapsulando la intensidad del contenido.
El álbum comienza con «Wasting Away», que fusiona sintetizadores industriales con potentes riffs de guitarra y letras políticamente cargadas. Otros destacados incluyen «Blind and Lost», explorando la manipulación de mentes débiles, y «Religious Cancer», un tema antirreligioso con elementos industriales y letras provocativas.
«Sum of Your Achievements» aborda el uso inapropiado de las bombas nucleares por parte de los países, mientras que detalles interesantes incluyen la colaboración vocal y de producción compartida entre Max y Alex, así como la participación de artistas invitados como Dino Cazares y miembros de SEPULTURA.
El álbum tiene como punto más débil el cover de la banda Doom llamado «Exploitation». Su segundo y último álbum, «Proud to Commit Commercial Suicide» (1995), es un disco en vivo grabado en el festival «Dynamo Open Air». La disolución de NAILBOMB se debió a las apretadas agendas de Max y Alex con sus proyectos principales.
Ambos álbumes tuvieron una única edición inicial y fueron reeditados 20 años después en la compilación «1000% Hate». Las primeras ediciones son buscadas por coleccionistas musicales y difíciles de conseguir. La obra de NAILBOMB sigue siendo un testimonio de la rebeldía musical de Max Cavalera y su disposición a explorar territorios sonoros inexplorados.