Salvador Y Maldonado Díaz |
El barrio de San Felipe de Jesús, el epicentro histórico de la joyería
tapatía, estuvo de fiesta.
Y es que dentro del marco de las festividades de San Felipe Jesús,
primer mexicano canonizado, se tuvo además de un encuentro del
gremio joyero y de la comunidad barrial, la develación de un busto del
primer párroco de este templo de la popular calle 34, monseñor Rafael
Meza Ledesma.
La misa fue presidida por el cardenal emérito Juan Sandoval Iñiguez.
Al finalizar la eucaristía, se develó en el atrio un busto en honor de
don Rafael Meza Ledesma, pastor de esta comunidad de 1937 a
1973, considerado uno de los fundadores de dicho barrio.
La ejecución de este monumento fue sufragada por una decena de
miembros de la Cámara Regional de la Joyería y Platería del Estado
de Jalisco, liderada por su presidente Alvaro Azpeitia Covarrubias, y
habitantes de esta barriada y ex feligreses .
Uno de los organizadores, el periodista Jesús Parada Tovar, hizo
mención que desde mediados del siglo inmediato anterior, monseñor
Rafael Meza Ledesma, párroco de esa comunidad del antiguo barrio
de Oblatos, nombró a ese Santo Mártir como Patrono de los joyeros y
orfebres, y bendijo e introdujo su imagen en cada uno de los
numerosos talleres que entonces había en aquella populosa zona del oriente citadino, y que se convirtió en la cuna de la micro y pequeña
industria del ramo, que llegaría a ser la más floreciente e importante
de la región y del país.
A partir de ese hecho, directivos y socios de la Cámara Regional de la
Industria de la Joyería y Platería del Estado de Jalisco, con sus
trabajadores y familiares, acuden a venerar a San Felipe de Jesús,
quien en su juventud fue enviado a Filipinas por su padre, el español
Alonso de las Casas, comerciante en joyería, para ejercer ese oficio
en Manila, pero pronto el muchacho fue llamado por Dios e ingresó al
claustro franciscano. Iba a ser ordenado sacerdote en México, pero en
su viaje de retorno el barco zozobró a causa de un tifón y encalló en
playas japonesas. En la Colina de Nagasaki fue crucificado el 5 de
Febrero de 1597.
Se destacó que en su desempeño como párroco, sirviendo a una
población de 30,000 habitantes -en su mayoría provenientes de
pueblos de Jalisco y de 17 Estados de la República-, el sacerdote
Meza Ledesma promovió y encauzó numerosas vocaciones
sacerdotales y religiosas, fundó Centros de Catequesis y un minucioso
Departamento de Estadística; asesoró, junto con sus Vicarios, 20
Asociaciones Piadosas y de Apostolado, incluyendo la Acción
Católica; creó y sostuvo tres Escuelas Primarias y una Academia para
Mujeres, con la impartición de 14 especialidades y oficios; habilitó,
para el público en general, una Casa Social; un Teatro para ofrecer
Conferencias y distintos eventos culturales y artísticos; dirigió un
periodiquito semanal e hizo difundir 20 distintas publicaciones
católicas; abrió una Biblioteca con dos mil volúmenes, un centro de
despensas y Dispensario Médico, Mutual de Enfermos y Difuntos; Caja
del Ahorro Popular; promovió Campañas de Reforestación; Coros de
Niños y de Adultos, Grupos de Teatro, etcétera.
El Papa Juan XXIII lo elevó a la dignidad de monseñor en diciembre
de 1960. El cardenal Arzobispo José Salazar López lo trasladó de San
Felipe como párroco de El Sagrario Metropolitano, y desde ahí le tocó
ver casi concluida su obra de construcción del templo parroquial de
Nuestra Señora del Pueblito, en Zapopan. Ya jubilado, desde 1979 fue
designado canónigo de la Catedral tapatía, habiendo antes ocupado
diversos y altos cargos eclesiásticos a niveles diocesano y nacional.
Ya anteriormente hubo otra instalación de otro busto de monseñor
Rafael Meza, en el cruce de Gigantes y Pérez Arce, pero fue
desaparecido por el vandalismo. Revista101.com