Héctor Castro Aranda, texto y fotografía | El 30 de agosto, la icónica Concha Acústica del Parque Agua Azul, un lugar emblemático de Guadalajara, volvió a vibrar con su evento anual Viva la Concha. Este espacio histórico ha sido testigo de algunos de los mejores conciertos de rock en español, con bandas legendarias como Héroes del Silencio, Café Tacvba, El Gran Silencio, Mano Negra y Caifanes, por mencionar algunos.
El día comenzó con un clima prometedor, pero pronto cambió su rumbo cuando una intensa lluvia hizo su aparición, afectando las presentaciones de Señor Lobo y Sonido Santanas. La tormenta, que duró varias horas, obligó a retrasar el evento por motivos de seguridad para todos los asistentes. Sin embargo, la espera valió la pena.
Finalmente, lo esperado llegó: Rock en Tu Idioma, un concepto que rinde homenaje a las grandes bandas del rock en español y que en su momento fue una icónica serie de discos que enaltecían el género. Este proyecto, dirigido por Sabo Romo, exbajista de Caifanes, contó con la participación de destacados músicos como Bon de Los Enemigos del Silencio, Rosa Adame y Héctor Quijada de La Lupita, Piro Pendás de Ritmo Peligroso, María Barracuda de Jot Dog, Arturo Ybarra de Rostros Ocultos, Ugo Rodríguez de Azul Violeta y Sergio Santacruz de Neón. Juntos interpretaron clásicos que marcaron una época, como «Viento», «Voy a Buscar», «Tu Luz», «Déjala Tranquila» y «Paquita Disco», desatando la nostalgia y el entusiasmo del público.
La noche continuó con la movida regia de Plastilina Mosh. Rosso y Jonaz, quienes parecían haber superado sus diferencias, demostraron una química en el escenario que recordó a sus mejores momentos de 2004. Abrieron con «Enzo» y deleitaron al público con una lluvia de éxitos como «Nalguita», «Human Disco Ball», «Millionaire», «Peligroso Pop», «P.Mosh», «Afroman» y «Pervert Pop Song».
Aunque la lluvia finalmente cesó, el frío se hizo presente. Sin embargo, las siete mil personas reunidas ya esperaban el regreso de Kinky, una de las bandas más importantes de la escena musical mexicana a principios y mediados de los 2000. El grupo inició su set con «El Paso del Gigante», seguido de éxitos como «Hasta Quemarnos» y «Sound tha mi Primer Amor». Gil Cerezo, lleno de energía, bailaba y disfrutaba del momento, mientras que César Pliego, con su icónica texana y botas vaqueras, caminaba como un cangrejo por todo el escenario, fumando un cigarrillo y dominando el bajo.
El público enloqueció con canciones como «Ejercicio #16», «Cornman» y «Coqueta», y la noche llegó a su clímax con el cierre perfecto: «A Dónde Van los Muertos», pasada ya la medianoche.