Marco Galván | Alguien a quien amar, o en inglés “Somebody to Love?”, es el nombre de la graciosa autobiografía de 1997 de esta diva del rock and roll, que pasó por tres décadas de cambios prominentes en la misma máquina musical, pero con diferentes fórmulas: la etapa psicodélica de Jefferson Airplane en los años 1960s, Jefferson Starship en los 70s, y la época más mainstream con Starship en los 80s.
Con su actitud, desenvolvimiento, libertad feminista y, principalmente, su forma de cantar, influyó en mujeres como Patti Smith y Stevie Nicks. Grace expresa sus memorias de una forma completamente abierta, con su característico sarcasmo y humor negro, lo que hace aún más interesantes sus historias.
Desde cómo vivió su infancia feliz en California, siendo una damita bien educada, hasta cómo fue mutando su personalidad al punto de que sus amigas adolescentes la corrieron de su grupo por su continuo sarcasmo, ya que creían que era poco empática con los demás (claro, no cualquiera ama el sarcasmo). Posteriormente, su inconsciente primer matrimonio inmaduro, que por supuesto no funcionó, y su llegada a la vida hippie de San Francisco, viviendo codo a codo en las comunas hippies, conviviendo con Jerry García de Grateful Dead, David Crosby y Janis Joplin (de hecho, fue muy cercana a Janis; vale la pena revisar las varias sesiones de fotos interesantes de ambas posando en la red).
Narra cómo su viaje musical despega en una banda hippie llamada The Great Society, para posteriormente ser invitada a participar como segunda voz en Jefferson Airplane, quienes ya contaban con cierta fama, sello discográfico, y estaban por grabar su segundo disco titulado “Surrealistic Pillow”, donde su lugar en la historia es inmortalizado con los éxitos “White Rabbit” y “Somebody to Love”.
De la misma forma, cuenta sus interacciones y anécdotas en Woodstock, Altamont y los festivales musicales precursores, con músicos, promotores y demás personajes como Jimi Hendrix en el Monterey Pop Festival, el verano del amor y, a su vez, sus viajes europeos, incluyendo su primera visita a la mansión de Mick Jagger para acordar sobre los conciertos con The Rolling Stones.
Grace muestra las muchas formas amorfas de su personalidad, su sexualidad libertina con varios amantes, habla sobre el amor y sus múltiples relaciones disfuncionales. Especialmente, dedica un capítulo titulado “Strawberry Fuck”, donde cuenta su encuentro sexual apasionado con Jim Morrison.
Un capítulo está dedicado a las veces en que fue arrestada en tres ocasiones diferentes sin estar en un auto, aunque su comportamiento de manejar ebria o a alta velocidad en su auto deportivo era frecuente.
Posteriormente, habla sobre su vida personal, matrimonios, el nacimiento y etapas de crecimiento de su hija China (así es su nombre), con razonables explicaciones y revelaciones sobre su vida maternal. Este libro es una parodia interesante de la vida de una de las primeras mujeres en el rock and roll, y el camino de drogas, sexo, diversión y consecuencias, hasta llegar a una vida adulta, por así decirlo, con un poco más de equilibrio, alcanzando la claridad de la madurez.
Grace expresa abiertamente sus pensamientos políticos en la época de Nixon y posteriormente en la de Trump, su actitud contra el sexismo y frente a este, además de sus aventuras en el activismo por los animales.Este compendio de memorias permite al lector tener un panorama genial de cómo las décadas fueron cambiando y cómo este ícono evolucionó.