Héctor Castro Aranda, texto y fotografía, enviado especial Ciudad de México | Después de 46 años sobre el escenario, Steve Lukather, el único miembro original que queda en ToTo, sabe perfectamente cómo montar un espectáculo de rock clásico. Lukather ha sido el corazón creativo de ToTo, liderando la banda a través de varios cambios en su alineación y estilos musicales. ToTo regresó a Ciudad de México, 16 años más tarde, como uno de los actos semiestelares del Festival Corona Capital el 15 de noviembre, y no era para menos, ya que su convocatoria fue bastante fuerte al reunir a más de 40 mil personas en su presentación. Desde tempranas horas, sus más fieles seguidores aguardaron pacientemente para ver a una de las agrupaciones más queridas y exquisitas que han existido en la historia de la música moderna, con más de 30 millones de discos vendidos, varios premios GRAMMY, MTV Video Awards y American Music Awards.
ToTo salió a escena con “Girl Goodbye”, un increíble arranque que transportó al público al álbum debut de la banda de 1978. Con esta canción, ToTo marcó el ritmo de lo que sería una noche inolvidable. En la voz, Joseph Williams, quien reemplazó a Bobby Kimball en 1986, aunque este último salió en 1989. Para la gira de 2010, ToTo decidió tomar un nuevo enfoque en cuanto a la alineación de la banda y las relaciones dentro del grupo. Joseph Williams había regresado a la banda en 2010, lo que significaba que la voz de Kimball ya no era la prioridad. La banda buscaba renovarse y seguir adelante sin los conflictos pasados, y la salida de Kimball parecía ser parte de ese proceso. Este nuevo ToTo se hace llamar Dogz of Oz, por el dúo Williams-Lukather.
La alineación con la que se presentaron en México incluyó al bajista John Pierce de Huey Lewis and the News, a Shannon Forrest en la batería (quien lució una playera de la selección mexicana), al multiinstrumentista Warren Ham, quien ya había estado con ToTo en 1986, y a Greg Phillinganes en los teclados, quien es un monstruo de la música, habiendo sido músico de Stevie Wonder, David Gilmour, además de haber estado en todos los discos y giras de Michael Jackson desde 1979, así como escritor y compositor para Lionel Richie, y por supuesto, en varias épocas de Toto. Desafortunadamente, David Paich es un miembro inestable, pero siempre presente; aunque sigue dentro de la agrupación, sus presentaciones en vivo son escasas.
“Hold the Line” fue el segundo tema y, con ello, los gritos no dejaron de resonar, provocados por la audiencia que marcaba distintas generaciones. El espectáculo contó con una puesta en escena sencilla pero efectiva, destacada por un vibrante juego de luces y sin elementos de producción en video. Toto dejó claro que no necesita artificios: su música habla por sí sola. Cada miembro de la banda, veteranos de estudio, mostró su virtuosismo y armonías impecables, entregando canciones que han resistido la prueba del tiempo. El repertorio de la noche incluyó canciones como “Georgie Porgy” e “I’ll Supply the Love”. El sonido del show fue impecable, perfectamente balanceado y mezclado. Cada instrumento y voz se escucharon con claridad, mostrando el trabajo excepcional de su ingeniero de audio.
Un solo de teclado dio paso a “Burn”, seguido por la emotiva “I’ll Be Over You”, una de esas canciones que se quedan en tu cabeza por horas. Con “Stop Loving You”, el ritmo volvió a subir, dándole otra oportunidad a Williams de lucir su poderosa voz. Entre los temas destacados estuvieron las raras interpretaciones en vivo de “A Thousand Years” y “Dying on My Feet”, esta última con Greg Phillinganes en la voz principal. Estas pistas profundas mostraron una faceta diferente de la banda y su aprecio por su amplio catálogo, más allá de los éxitos que han acumulado miles de millones de reproducciones.
Cuando preguntaron al público si había Swifties presentes, algunos levantaron la mano tímidamente, y Lukather proclamó: «¡Sin vergüenza, amamos a Taylor!», ya que su baterista, Shannon Forrest, ha sido músico de sesión de Taylor Swift. Aprovechó para presentar al vocalista Joseph Williams como su «mejor amigo en el planeta Tierra». Los dos han sido amigos desde su adolescencia, y esa conexión era evidente en su química sobre el escenario. Un dato curioso: Williams es la voz de Hakuna Matata de El Rey León y cantó un fragmento del tema.
La banda tocó «Home of the Brave», con Ham sumándose a las voces principales. Fue un homenaje a la audiencia, a quienes Williams señaló como «los valientes». Finalmente, llegó el turno de “Rosanna”, que puso a todo el público de pie para cantar y disfrutar los últimos momentos de la noche. El instrumental en el puente permitió a cada integrante de la banda mostrar su talento individual.
Sabíamos que el final del espectáculo estaba cerca cuando Williams preguntó si estábamos listos para cantar junto a ellos. Esto marcó el inicio de «Africa». ToTo es, sin duda, uno de los mejores actos en vivo que se pueden presenciar. Su maestría musical y su capacidad para improvisar mientras mantienen entretenido al público son incomparables. En su set de 90 minutos, que incluyó 12 canciones, demostraron por qué son una de las bandas más icónicas y queridas del rock.