Por Ike Ochoa | Parece que Josef Newgarden, bicampeón de la IndyCar Series, ha decidido que ya es hora de poner a dieta el chasis de la serie. Y no es para menos, después de 15 años con el mismo diseño, que ya carga más peso que un tráiler en vacaciones, Newgarden considera que es “crítico” que la categoría tenga algo más liviano para 2027. ¡Ya era hora, Josef!
En el glorioso año 2027, cuando el resto de nosotros probablemente estemos conduciendo coches voladores o al menos soñando con ellos, IndyCar planea cambiar su chasis, dejando atrás el Dallara DW12 que debutó en 2012. ¿Por qué? Porque, sorpresa, los pilotos piensan que el coche es demasiado pesado. ¡Vaya revelación! Quince años después y todos se dan cuenta de que tal vez, solo tal vez, cargar con una ballena sobre ruedas no es lo ideal para el automovilismo.
Newgarden, quien ganó sus títulos en 2017 y 2019 (cuando los coches aún no pesaban tanto como un camión de carga), ha señalado varias áreas que necesitan mejorar. Pero para él, lo más importante es el peso, sobre todo después de que en 2024 se introdujeran los sistemas híbridos que, si bien ayudan al medio ambiente, hacen que los coches parezcan llevar baterías de auto eléctrico de los años 90.
«Para mí, ese es el punto número uno», dijo Newgarden, quien además ha ganado dos veces en Indianápolis. «He expresado eso, y creo que casi todos lo han hecho. El coche se ha convertido en un auto de carreras bastante pesado, y me gustaría que bajáramos el peso; eso es lo ideal.» Ah, claro, porque ¿quién no querría que su auto de carreras no pesara como un tanque?
Y por si fuera poco, Newgarden también quiere más caballos de fuerza y una plataforma aerodinámica estable. Básicamente, quiere un cohete con ruedas que se sienta ligero como una pluma pero que siga siendo estable. Vamos, que no está pidiendo mucho, solo el santo grial de los autos de carreras.
«Nuestro producto de carreras ha sido bastante bueno en los últimos cuatro o cinco años», continuó Newgarden, «así que no creo que queramos alterar eso demasiado, pero están trabajando en algunas ideas nuevas para mejorarlo». Claro, porque no sería IndyCar si no se complicaran la vida pensando en «cómo lo mejoramos sin romperlo del todo».
Y hablando de Indianápolis, Newgarden opina que tal vez, solo tal vez, podría haber un pequeño «ajuste» en el óvalo más famoso del mundo. Porque, bueno, aunque la carrera es «genial», siempre se puede mejorar un poquito, ¿no? Además, hay que admitir que la facilidad para adelantar en el pelotón es un poco decepcionante. Si eres uno de los cinco de adelante, genial. Si estás más atrás, pues… buena suerte, campeón.
Ed Carpenter, que cuando no está conduciendo a tiempo parcial se dedica a ser jefe de su propio equipo, está de acuerdo en que ya es hora de algo nuevo. Según él, «definitivamente es tiempo de un cambio». ¡Menos mal que lo dice alguien que ha tenido este coche desde que los dinosaurios caminaban sobre la Tierra!
Por supuesto, no podemos olvidar a Pato O’Ward, el carismático piloto de Arrow McLaren, que no se anda con rodeos. Según él, los pilotos quieren que el nuevo chasis sea «bajo, gordo y ruidoso». Básicamente, un coche de carreras como el que te imaginas cuando eras niño. ¡Ah, y se viene una cena para discutirlo! Porque, claro, nada se decide en IndyCar sin una buena cena de pilotos. O’Ward menciona que algunos conductores se reunirán con los jefes para discutir los planes. Así que, esperemos que entre un bocado y otro lleguen a un acuerdo sobre el futuro de la categoría. Y ojalá no terminen con algo tan «futurista» que parezca salido de una película de ciencia ficción de bajo presupuesto.