La espera terminó y la afición jalisciense estalla en jubilo. En una vibrante serie final que quedó grabada en la memoria de los fanáticos, los Charros de Jalisco lograron alzar su tercera corona en la Liga ARCO Mexicana del Pacífico tras imponerse en un dramático Juego 6 a los Tomateros de Culiacán. La victoria por 9-6 en 13 emocionantes entradas selló un capítulo dorado en la historia del béisbol invernal mexicano.
Con el ambiente electrizante de un estadio guinda abarrotado por más de 20 mil almas, los Charros demostraron su temple al sobreponerse a un rival que luchó hasta el último out. La novena jalisciense logró empatar el encuentro 6-6 en la octava entrada, enviando el duelo a extrainnings, donde sus figuras emergieron para marcar el rumbo del campeonato.
Mateo Gil, convertido en protagonista inesperado, respondió a los abucheos con un batazo crucial, mientras que Donovan Casey se reivindicó con una actuación perfecta al irse de 5-5, acallando las críticas por su discreto desempeño previo. En la loma, Trevor Clifton se erigió como el héroe definitivo, manteniendo a raya a los bates rivales y asegurando el título con un ponche sobre Luis Verdugo, lo que le valió ser nombrado Jugador Más Valioso.
Desde el arranque, Culiacán pegó primero con un doblete de Esteban Quiroz y un elevado de sacrificio de Dwight Smith Jr., adelantándose 2-0 en la primera entrada. En el segundo inning, Rudy Martin impulsó una más para los locales, aumentando la ventaja. No obstante, Jalisco respondió con fuerza. Un doble de Casey y un roletazo de Carlos Mendívil pusieron la pizarra 3-1.
La ofensiva albiazul continuó con un doblete productor del colombiano Reynaldo Rodríguez en la quinta, acercando a su equipo 3-2. El sexto episodio trajo la primera ventaja para los Charros gracias a un cuadrangular de Gil y un imparable de Jack Mayfield que permitió a Julián Ornelas anotar. Casey sumó otra rayita con un sencillo productor, colocando el marcador 5-3.
Pero los Tomateros no se dieron por vencidos. Un poderoso batazo de Efrén Navarro voló la cerca con dos corredores a bordo, devolviendo la ventaja a los sinaloenses 6-5 en un giro electrizante del juego.
A partir de la séptima entrada, los relevistas Mario Meza y Jesús “El Indio” Cruz mantuvieron a raya a los bateadores guindas, permitiendo que Jalisco igualara el marcador con un oportuno imparable de Casey en la octava.
La definición llegó en el episodio 13. Un sorpresivo toque de bola de Billy Hamilton tomó desprevenida a la defensiva culichi, permitiendo que Casey avanzara y abriera la puerta a un elevado de sacrificio de Gil, que llevó dos carreras más al plato. Con la ventaja de tres anotaciones, Clifton subió al montículo decidido a sentenciar el campeonato. Un out tras otro, hasta que un ponche sobre Verdugo desató la locura en el dugout jalisciense.
La victoria no solo significó el tercer campeonato de los Charros en la historia de la LaMP, sino que también les permitió convertirse en los primeros en levantar el “Trofeo Fernando Valenzuela”, instaurado en honor a la leyenda mexicana. Esta final, considerada por muchos como la mejor del siglo, se caracterizó por su alto nivel de competencia, con cinco de los seis juegos definidos por la mínima diferencia. Ahora, el desafío sigue en pie. Jalisco representará a México en la Serie del Caribe 2025 en Mexicali, con la mira puesta en conquistar el décimo título para el país en el torneo continental. Con un equipo inspirado y una afición entregada, los Charros van por más.