
La Orquesta Filarmónica de Jalisco elevó el legado femenino y la raíz cultural mexicana en su quinto programa de temporada, ejecutado la noche del jueves 6 en el Teatro Degollado.
Bajo la batuta de Inés Rodríguez, Directora reconocida por su trabajo con la Orquesta Sinfónica de la Universidad Autónoma de Tamaulipas, el repertorio fusionó obras de compositoras como Emilie Mayer con piezas icónicas de Wagner y Ponce, además de la pieza Maíz, de la compositora jalisciense Julieta Marón, un homenaje a la importancia de este alimento en la cultura mexicana.

El concierto arrancó con la Obertura Fausto (1870) de Emilie Mayer, contemporánea de Wagner cuya obra, publicada una década después de su creación, rescata el tormento del personaje de Goethe. La OFJ imprimió dramatismo a esta pieza, reivindicando a una creadora opacada en su época.
La sinergia entre tradición y modernismo llegó con Ferial (1940) de Manuel M. Ponce. Este divertimento sinfónico, que evoca una tarde festiva en un pueblo cercano a Teotihuacán, fusionó sonidos locales con un lenguaje vanguardista. Los violines pintaron amaneceres serranos, mientras los metales replicaron el repique de campanas, creando un mosaico auditivo que cautivó al público.

El clímax de la noche fue Maíz (2002) de Julieta Marón, compositora jalisciense presente en la sala. La pieza, estructurada en tres movimientos —Siembra, Germinación y Cosecha—, transformando el grano sagrado en un manifiesto sonoro de mexicanidad.
Wagner dominó la segunda mitad: la Obertura de Rienzi (1842) sumergió al público en la Roma medieval con su épica revolucionaria, mientras Tannhäuser confrontó lo sagrado y lo profano.

El cierre con la Obertura Fausto (1839) del alemán —parte de una sinfonía inconclusa— selló un diálogo transatlántico entre dos visiones de un mismo mito.
El programa, que se repetirá el 9 de marzo, ofrece descuentos del 30% para mujeres, estudiantes y adultos mayores en taquilla. Boletos desde $100 en Boletia.com. Detalles en: www.ofj.com.mx. Revista101.com
