
Héctor Castro Aranda| Cada vez encontramos de manera más común que las giras internacionales comiencen en México, y en este caso en Guadalajara, con Exhale / Inhale, la gira mundial y producción homónima de los australianos de Rüfüs Du Sol. El 12 de marzo, el Estadio 3 de Marzo se volvió el artífice del primer gran recital en solitario del trío. La ciudad fue testigo de lo no presentado, todo sería una sorpresa, así que el vuelo sería inmediato y sin escalas. En punto de las 9:30 de la noche, 24 mil espectadores esperaban con ansias el regreso del conjunto, que no tardó ni un año en volver. Pero ahora todo era distinto: nueva gira, nuevo disco, producción completa y espectáculo completamente en vivo.
Es una delicia poder analizar y cautivarse con los ritmos electrónicos ejecutados en su totalidad al momento y con la cálida voz de Tyrone Lindqvist. Fue un poderoso sonido con una gran presencia en el escenario que transportaba a los asistentes a otro mundo. «Inhale», el primer tema, la espectacularidad, el estadio, las pantallas gigantes y las luces al estilo Nine Inch Nails hacían sentir como si se tratara de un nuevo Depeche Mode, el Depeche Mode de nuestra época. Con tan solo 15 años, Rüfüs se ha consolidado como una marca global que ya tiene el estatus de banda de estadio, y aunque los quieran encasillar en música electrónica, su sonido es tan rico y tan bien estructurado que es del agrado de los seguidores del house, techno, industrial, minimal y synth pop.

Los temas «Lately» y «Breathe» fueron los siguientes. La producción continuaba haciéndose más grande, con más luces, más pantallas y láseres. Muchos consideran sus presentaciones como una de las mejores experiencias en vivo dentro de la música electrónica, y en efecto, lo es. Su música está diseñada para crear una atmósfera rica y profunda, envolviendo al público y sumergiéndolo por completo en la experiencia, con visuales meticulosamente seleccionados que complementan la música, elevando la inmersión sensorial del evento.
El setlist fue tan impecable que en ningún momento se podía justificar salir para ir al baño. Un error de cálculo que muchos cometieron al no medir cuántas bebidas podían ingerir, sumado a la terrible logística que había en General A, donde entrar o salir era tortuoso. El público era una mezcla ecléctica de asistentes jóvenes y de mediana edad. Siempre es genial ver que los fans no se limitan a un solo tipo de audiencia, sino que abarcan diversas generaciones, todos cantando al unísono. Entre susurros se alcanzaba a escuchar que la mayoría iría al Bar Américas a continuar la velada.
A lo largo del concierto quedó claro que esto sería una función boxística: Rüfüs nos boxeó, con una y otra canción sin parar y sin bajar el ritmo. «New Sky», «Levitating», «Next to Me», «Surrender» marcaban los pasos de baile en el masivo concierto. Cada canción interpretada fue un momento imperdible. 24 temas en total. Al sonar «Exhale», sabíamos que el final estaba cerca. «Break My Love», «No Place» y «Music is Better» fueron el cierre de una noche más que colosal.El domingo 16 de marzo estarán cerrando el Festival Vive Latino de la Ciudad de México en el Estadio GNP.