José Rodolfo Castro | «Haiga sido como haiga sido», el Estadio Akron debía lucir un lleno espectacular para recibir a Saúl «Canelo» Alvarez, vitrina para que el boxeador jalisciense luciera su trayectoria, y debió ser así, como sucedió el sábado 6 de mayo, el muchacho hizo a un lado su zona de confort para arriesgar su prestigio. No merecía un escenario ni con entrada al 80 por ciento.
Ganó, como se pronosticó, pero sí fue sorpresa que lo hiciera por decisión. Su adversario, el londinense John Ryder, estaba presupuestado para que soportara máximo seis capítulos, y casi se cumple el vaticinio, ya que en la primera mitad del encuentro, «Canelo» iba en caballo de hacienda, distribuyendo sus conocimientos en la humanidad del británico, lo envío a la lona en el quinto episodio. Y hasta ahí, ya no pudo, permitió en varios pasajes de la segunda mitad de la pelea, que la criada le saliera respondona.
Saúl Alvarez en varios compromisos que suman su palmarés, ha acusado cansancio, generalmente entre los rounds cuarto al séptimo baja su velocidad y se observa lento. La comprobación, las tarjetas de los jueces, documentos con los asaltos que ha perdido por esa ausencia de energía.
—¿El rival cuenta, “Canelo”, pero hubo un momento en la pelea que le faltó oxígeno?
—Hubo un momento en que me sentí cansado, como sin aire, porque empezó fuerte la pelea; sentí que me faltaba aire en el sexto round, y hasta el décimo asalto alcance mi segundo aire. Y no hice muchas cosas que debí haber hecho, pero gracias a Dios todo salió bien, y esta pelea nos hará aprender mucho más.
—¿Qué necesita “Canelo” para que no le falte aire en la próxima pelea?
—Creo que me hizo falta correr más y hacer más sprints, esforzarme más en correr, y lo hacíamos en los entrenamientos, pero no hice sprints, pero ya haré más para agarrar más oxígeno.
Entrevista que le realizamos a Saúl el 13 de abril de 2009, noqueó en diez rounds a Michael Rosales Hernández en Tepic.
«Canelo» evidenció por enésima vez la falta de energía ante Ryder, un oponente que representa a una escuela boxística de media tabla, quien aprovechó esa ausencia de fortaleza en el campeón súpermediano CMB,AMB, FIB, OMB, para encontrar su rostro, su región hepática, las zonas blandas, con potentes envíos, castigo innecesario que deja secuelas, y que el jalisciense no tiene necesidad de recibir. Y sí, el boxeador tapatío encontró su segundo aire en el tercer tercio del match, para cerrar con vitalidad, y defender con éxito sus campeonatos mundiales de las 168 libras.
Saúl Alvarez desde el día que terminó la relación profesional con Oscar de la Hoya, es propietario de su marca, a la que debe prestarle atención para que camine derechito el exitoso y gigantesco negocio, por lo que queremos imaginar que ha perdido concentración en sus entrenamientos. El oriundo de Londres era para el lucimiento del boxeador local.
Erik «Terrible» Morales, tras ganar el campeonato mundial súpergallo a Daniel Zaragoza en 1997, comentamos que los retadores en sus defensas exitosas no eran de primer nivel. Si bien le ganó decisión dividida en 2000 a otro gigante, Marco Antonio Barrera, no convencía a todos los aficionados mexicanos. Algunos lo elevaban al nicho de los JC Chávez, Salvador Sánchez o Rubén Olivares, otros esperaban la gran pelea, la consagratoria. Volvió a enfrentarse con Barrera, en 2002 y 2004, ediciones que perdió. Sin embargo el tijuanense, de mucho temperamento, en marzo de 2005, trepó al ring del MGM Grand en Las Vegas, para derrotar por decisión unánime a Manny Pacquiao. Con esa victoria, todos los aficionados mexicanos lo reconocieron y lo colocaron junto a las leyendas del boxeo mexicano de todos los tiempos. Revista101.com
Imagen | Juan Futbol