Saxon, el impecable arsenal de metal británico, regresó a Guadalajara.
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Héctor Castro Aranda, texto y fotografía | Cuando un género musical está bien realizado, es atemporal y queda para la posteridad. En el metal, existen agrupaciones que han creado maravillosas obras musicales, poderosas, intensas y espectaculares. Saxon es uno de esos conjuntos que, a pesar de tener más de 50 años en la escena, continúan entregando ese buen metal que se disfruta y apasiona, con un sonido distintivo y contemporáneo, al igual que sus colegas de Judas Priest, Iron Maiden y Motorhead.
Los británicos y pioneros de la nueva ola del heavy metal regresaron a Guadalajara tras una larga espera de 23 años al Guanamor Teatro Studio el 26 de noviembre. Lamentablemente, una banda de estas magnitudes tuvo como respuesta una pobre asistencia, de aproximadamente unas 300 personas. Posiblemente, el hecho de que tocarían en el Life After Death Horror Fest en Ciudad de México, festival que terminó cancelado, fue más llamativo, y muchos se quedaron sin dinero para comprar boleto en Guadalajara. Pero Saxon, como los profesionales que son, dieron todo de sí para ofrecer uno de los mejores recitales de metal del año en la ciudad.
Peter «Biff» Byford, vocalista y fundador de Saxon, a sus 72 años, como si fuera un jovial en 1979, paseándose por todo el entarimado, saltando y siendo un fabuloso frontman, su voz aguardentosa, algo natural a su edad pero cuidada. Abriendo con el tema «Carpe Diem (Seize the Day)». La poderosa batería de Nigel Glockler, que está ahí desde 1981. Los increíbles acordes en el bajo de Nibbs Carter desde 1988 y Doug Scarratt en la guitarra rítmica desde 1996. Esta fecha de Saxon en Guadalajara fue repuesta, luego de que a inicios de año cancelaran su gira, ya que el otro miembro fundador, Paul Quinn, dejara Saxon en plena gira mundial, esto por no soportar más las extenuantes giras, y su lugar fue tomado por el reconocido y talentoso Brian Tatler de la agrupación DIAMOND HEAD, que hizo un fabuloso trabajo y parecía que estaba en Saxon de toda la vida.
«Motorcycle Man», «Age of Steam», «Power and the Glory», «Dambusters», «Dallas 1 PM», «Heavy Metal Thunder», «Sacrifice». Uno pensaría que sería un concierto corto, pero nos sorprendió con una duración de dos horas y 19 temas. «Wheels of Steel», un tema himno, y cerrar con «Denim and Leather», «Princess of the Night» y «Strong Arm of the Law».