Héctor Castro Aranda, texto y fotografía | El dos de octubre en el Guanamor Teatro Studio marcó el regreso del conjunto de Los Ángeles, Poolside, y trajo consigo sus melodías descritas como «música apropiadamente relajada para reuniones de verano». No se podía evitar desear estar junto a una piscina bajo el sol mientras uno se dejaba llevar por los ritmos tranquilos. A la mente se nos venían pensamientos de palmeras, Ferraris F-40 y trajes blancos de lino.
Vito Roccoforte, conocido también por ser uno de los fundadores de The Rapture, Mattie Safer en el bajo y Alton San Giovanni en la guitarra, completaron el grupo en el escenario, acompañados por percusiones, teclados y un multiinstrumentista. Una multitud entusiasta de poco más de 1,400 espectadores, en su mayoría mayores de 30 años, que vivieron la era dorada del nu-disco en lugares como la desaparecida Favorita, KinKin o Disco López, que marcaron a una generación hace más de 10 años. Los aplausos resonaron aún más fuerte cuando Jeffrey Paradise, fundador y líder de la banda, apareció en el centro del escenario. La música cobró intensidad y la atmósfera de baile comenzó a inundar el lugar.
Blame It All On Love es el cuarto álbum de estudio del grupo y cuenta con varias colaboraciones con artistas como Munya (“Lonely Night”), Slenderbodies (“Hold Onto You”) y Panama (“Back To Life”). El setlist del martes por la noche incluyó nuevos lanzamientos, viejos favoritos y algunos covers, incluido su cautivador remix de “Leila” de Miami Horror y la popular “Harvest Moon.” «Can’t Stop Your Lovin’» de 2020 siempre logra poner a todos en movimiento, al igual que “Everything Goes” de 2017. La noche estuvo impregnada de ritmos vibrantes, suaves voces e instrumentales serenos. A pesar de la oscuridad y el frío del exterior, el público se calentó y abrazó las vibraciones veraniegas que Poolside trae consigo.