Ya no son sólo actos de fe o corazonadas, sino expectativas sólidas de crecimiento de la industria editorial de habla hispana con base en información, aunque existen retos y asuntos por solventar para que esto se mantenga por las siguientes décadas. Tales fueron algunas de las reflexiones elaboradas por representantes de diversos sellos que participaron en uno de los debates de la novena edición de Forum Edita, llevada a cabo en la 38 edición de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara.
El editor José Calafell, CEO de la división editorial América del Grupo Planeta, fue el primero en compartir su visión, la cual fue optimista con base en los datos obtenidos por Nielsen Bookdata en México y Colombia. “Ya no es una impresión, sino que el dato duro indica que el mercado en América Latina está creciendo”. El informe del 23 de abril reveló que en 2023 el mercado en México tuvo un avance de 11.4 por ciento con respecto al año anterior, que también presentó un aumento de 10 por ciento; y en 2021 fue 9 por ciento. Ahora, buscan que lo mismo ocurra con los mercados en Chile, Uruguay y Perú y, posteriormente, el resto de países latinoamericanos.
El editor español Daniel Fernández, presidente de la Federación de Gremios de Editores de España, coincidió con las observaciones de Calafell, aunque lo atribuyó a factores demográficos. “Es impresionante, cada vez hay más gente joven. Por ejemplo, según los datos, México es un país, en números redondos, de 130 millones de habitantes con media de edad de 29 años, pero con sus características, este mercado crece económicamente, cultural, social y educativamente, por lo tanto, más gente se incorpora al mundo de la lectura”.
Sin embargo, descubrió que en México 43 por ciento de la población no tiene acceso a la banca. “Por lo tanto, este es un mercado de enormes capacidades, pero al mismo tiempo es un mercado que sigue estando en vías de desarrollo”. Así, sólo hay un segmento que puede comprar los libros, mientras que otro tanto necesita de ediciones “más populares”.
El argentino Javier López Llovet, CEO de Penguin Random House de América Latina, compartió con Calafell que fue un año espectacular en crecimiento de mercado, como reveló Nielsen Bookdata; sin embargo, los datos son tendencias del pasado, por lo que su trabajo es proyectar el futuro y descubrir tendencias que no existen para no repetirse demasiado y aburrir a los lectores. “El arte de los editores es descubrir lo que todavía no empezó”.
Un tema que afecta seriamente el desarrollo de la industria, como a tantas otras, es el de la piratería, por lo que el moderador, el catedrático Javier Aparicio Maydeu, preguntó sobre cómo abordar el problema. López Llovet respondió que piratear un libro en México es un delito grave que no alcanza fianza: los particulares denuncian y la persona se va a la cárcel. No obstante, cuando la piratería se hace a través de los gigantes tecnológicos como Google, a Google no le pasa nada. “El problema es que nadie se quiere meter con las tecnológicas, el pirata pequeñito que tenía sus libros impresos es una curiosidad, lo grave está en las grandes plataformas, el problema es Google, WhatsApp, Telegram”.
Daniel Fernández consideró que los libros no son pirateados, sino robados, y que el fenómeno también se extiende a la inteligencia artificial (IA), que si se le llamara “bases de datos asociativas” en lugar de IA, tal vez no daría tanto miedo. Lo que se requiere es regulación y la única existente está en la Unión Europea, por lo que el camino que les queda es litigar de vez en cuando, demandar a las tecnológicas porque es increíble que no les pase nada.
López Llovet destacó a sus compañeros que cuando aparece un best seller es casi automático que aparezca el archivo PDF y que se lo compartan incluso entre los editores. El tema del derecho de autor se ha ido perdiendo, y la piratería es mayor en digital que en físico porque hay gente que cree que no comete falta, cuando en realidad afecta a los creadores del contenido, por lo que no se tiene que abandonar esa lucha.
Entre otras reflexiones se abordó también el tema de la sustentabilidad, pues se proyecta que naciones exijan a los libros de importación la trazabilidad de su papel para garantizar que se respetaron las normas ecológicas. Amazon, por ejemplo, empieza a poner trabas a las editoriales para el envío de libros, y en su lugar exigen a las editoriales que tengan representación en los países donde venden.
Forum Edita, actividad organizada por el Gremi d’Editors de Catalunya, incluyó en su programa exposiciones sobre la lectura como eje vertebrador de la educación, la compra pública en América Latina y las tendencias globales del libro en la región y en el mundo, entre otros temas. Revista101.com