Miguel Rodríguez | El Auditorio Telmex, vibró el ocho de agosto con la llegada de Myke Towers, quien ofreció un concierto cargado de energía, identidad y simbolismo en el marco de su gira por América Latina. Vestido completamente de blanco y frente a una imponente estructura de una pantera negra con ojos verdes iluminados, el puertorriqueño dejó claro desde el inicio que su nueva era musical está marcada por la fuerza y el misticismo de este felino, protagonista también de su quinto álbum de estudio La Pantera Negra.

Después de más de dos años sin presentarse en Guadalajara, Towers regresó convertido en una de las figuras más importantes del reguetón y el trap latino. Con más de 38 millones de oyentes mensuales en Spotify y éxitos virales como «LALA», que acumula más de 1.2 mil millones de reproducciones en la plataforma y se convirtió en fenómeno global gracias a TikTok, el boricua llegó al al Telmex en su mejor momento artístico. El concierto inició con «Reverendo», tema de su álbum Lyke Miike, encendiendo al público desde los primeros segundos. La multitud respondió con gritos y aplausos ensordecedores, marcando el inicio de una velada donde la conexión entre artista y fans fue absoluta.

El setlist estuvo diseñado para complacer tanto a quienes siguen su carrera más reciente como a los que lo acompañan desde sus inicios. Nuevos temas como «ADIVINO» y «DEGENERE», encendieron al público, mientras clásicos como Diosa y Pareja del Año fueron coreados de manera tan intensa que, en varios momentos, opacaron la propia voz de Towers.

La música urbana de Myke Towers no solo se escucha, se baila. Durante temas como «La Capi», las parejas entre el público improvisaron pasos de salsa, demostrando cómo el show trascendió lo auditivo para convertirse en una verdadera fiesta. Las luces en tonos azules, rojos, morados y rosas acompañaron la puesta en escena, enmarcando la presencia magnética del artista. En un gesto que reforzó su cercanía con los fans, Towers invitó a tres asistentes a subir al escenario en distintos momentos para rapear junto a él, convirtiendo el espectáculo en una experiencia compartida y memorable.

El último tramo del concierto fue reservado para los himnos más esperados. Canciones como «Bandido», «Piensan» y «La Curiosidad» elevaron la intensidad hasta el clímax final. Towers cerró la noche con La Falda, uno de sus mayores éxitos, acompañado de una espectacular lluvia de confeti blanco y destellos de pirotecnia que envolvieron al público en un ambiente de celebración total.

