Azucena Cisneros Arroyo, Fotografía, Luis Arturo Mares, texto, enviados especiales, Ciudad de México | La montaña rusa maníaco-depresiva, sugerida por las palabras de su canción «Wiser Time», refleja bastante bien la trayectoria profesional de los hermanos Chris y Rich Robinson. La pareja ha encantado y enfurecido alternativamente a fans, compañeros de banda y varias facetas del negocio de la música durante más de 30 años. El cantante Chris y el guitarrista Rich tuvieron una enconada pelea que acabó con The Black Crowes en 2015, culminando años de tensión entre hermanos que con frecuencia generó comparaciones con los hermanos Davies de Kinks y los hermanos Gallagher de Oasis, que formaron parte del tremendo «Brotherly Love Tour» que contó con los Crowes y Oasis en 2001.
Luego, al más puro estilo de los hermanos Robinson, Chris y Rich anunciaron en 2019 que volverían a reunir a los Black Crowes. El plan era hacer una gira en 2020, conmemorando el 30 aniversario del gran debut de Black Crowes, Shake Your Money Maker, interpretando el disco en su totalidad cada noche junto con un puñado de otros éxitos. La pandemia de coronavirus retrasó un año la gira de Black Crowes. Durante ese tiempo, la alineación reorganizada se modificó aún más para incluir ahora al bajista de Crowes desde hace mucho tiempo, Sven Pipien, y los nuevos reclutas Isaiah Mitchell en la guitarra, Joel Robinow en las teclas y Brian Griffin en la batería. Ese es el equipo con el que los Robinson llegaron al Foro Sol de Ciudad de México, como uno de los actos estelares del Vive Latino el 19 de marzo.
Los de Marietta, Georgia, no tocaron en el escenario principal y no se pudo vivir esa experiencia única de estadio que ofrece el majestuoso Foro Sol, fue a un costado del coloso. Pero se vivió una autentica y realista sesión de rock and roll, lo que se llama una bandota de rock, que muchos asistentes del festival desaprovecharon y quizás cuando lean este artículo o investiguen en redes sociales puedan caer en cuenta del enorme error de no disfrutar y gozar de la oportunidad de tremenda agrupación que trajo él Vive Latino 2023.
“No Speak No Slave”, el número de apertura. Los Robinson estaban en México, dominando la tarima; el sonido estridente retumbaba, había un montón de luces y un par de coristas. En otras palabras, los Robinson habían diseñado un gran espectáculo de rock and roll. Nunca sospecharías que esta banda estaba esencialmente tostada y abandonada hace solo unos años. De hecho, durante su última ronda de gira en 2013, los Black Crowes tocaron en clubes y teatros pequeños, llegando a escenarios más grandes solo cuando compartían el escenario con otras agrupaciones vigentes. Sin embargo, la versión Black Crowes de2023 no es parte de una estrategia humilde, es una acumulación lenta de un regreso a lo grande. En cambio, esta es una banda que está tocando con suprema confianza: elimina los desechos que se habían adherido al legado de los Crowes a través de un concierto concentrado y conmovedor que toca todos los principios básicos del poder monstruoso del rock ‘n’ roll. “Sting Me”, “Twice as Hard”, “Wiser Time”, los siguientes temas.
Los hermanos Robinson estaban sonriendo, comprometidos y profundamente metidos en la música. Convocaron toda la alegría rebelde que encierra su música y lo hicieron sin sonar empalagosos o desesperados. Los picos emocionales del disco van y vienen muy bien: números contundentes como «Jealous Again» y «Hard to Handle» de Otis Redding están perfectamente equilibrados por la balada conmovedora de «Seeing Things» y la lenta «She Talks to Angels». Mitchell y Rich Robinson se mezclan bien como un equipo de guitarras, lo que alivia prácticamente cualquier añoranza por los otros músicos talentosos que se han registrado para ser un Crowe que no es Robinson. La actividad musical, terminó con “Remedy”. Esperemos que próximamente The Black Crowes, puedan hacer una gira por México en escenarios donde puedan estar una vez más con sus consolidados seguidores de años.