En su 67º aniversario, el restaurante Nicos no solo celebra su rica historia culinaria, sino que también se compromete con un futuro sostenible. Desde sus humildes comienzos el 5 de junio de 1957 en el barrio de Clavería, Azcapotzalco, Elena Lugo y Raymundo Vázquez han dejado un legado que sigue evolucionando bajo la dirección del Chef Gerardo Vázquez Lugo.
Elena Lugo, con su amor por la cocina y los sabores mexicanos, estableció las bases de lo que Nicos es hoy. Su dedicación a ingredientes autóctonos y técnicas tradicionales ha sido fundamental para definir la esencia del restaurante. Ahora, 67 años después, su hijo Gerardo Vázquez Lugo continúa esta tradición mientras introduce innovaciones que miran hacia un futuro sostenible.
Actualmente, Nicos ha implementado un programa de cero residuos orgánicos, separando sus residuos para ser reutilizados por Huerto Tlatelolco y Rancho Il Vecchio. En Rancho Il Vecchio, ubicado en Tepetitlán, Hidalgo, dos hectáreas de tierras cultivables se benefician del agua de lluvia recolectada y del compostaje de lombrices, procesando aproximadamente 200 kg de residuos orgánicos de Nicos cada semana. Se prevé que para 2025, el 80% de los insumos vegetales utilizados en el restaurante provendrán de esta finca.
El Huerto Tlatelolco juega un papel crucial en la gestión de residuos orgánicos de Nicos. Utilizando una cámara de composta con capacidad de 200 litros por día, los residuos se transforman en abono rico que nutre el suelo donde se cultivan flores, brotes y vegetales para el restaurante. Este ciclo de reutilización no solo minimiza el desperdicio, sino que también garantiza ingredientes frescos y locales para la cocina de Nicos.
En 2024, Nicos fue incluido en la primera edición de la Guía Michelin en México, destacándose como una parada obligatoria para los amantes de la gastronomía que visitan la Ciudad de México. Este reconocimiento subraya la excelencia culinaria y el compromiso del restaurante con prácticas sostenibles.
La filosofía culinaria de Nicos se basa en una cocina viva que respeta y celebra las raíces de la cocina mexicana. Cada plato no solo es una delicia para el paladar, sino que también cuenta una historia sobre las personas, los lugares y las comunidades detrás de cada ingrediente. El Chef Gerardo Vázquez Lugo se esfuerza por mantener esta conexión, honrando la tradición mientras mira hacia un futuro innovador y sostenible.